Toni.
Saqué de mi bolsillo un cigarro y lo encendí. Mientras el humo escapaba por la ventanilla de mi coche recordaba una frase que repetía mucho hasta hace unos meses; "no, no fumo". No fumo... y ahora es la única manera de aplacar los nervios antes de atacar la carretera, no era mi primera vez, pero estaba tan nervioso que lo parecía. Lancé mi colilla al húmedo asfalto y recorrí el trazado mentalmente, me sentía preparado. A pesar de estar concentrado tengo la maldita cualidad de fijarme en todo lo que me rodea, y veo como alguien esta demasiado preocupada conmigo, tanto que cuando la miro no es capaz ni de mirarme, solo se muerde las uñas y da vueltas mirando mi coche, un delta integrale.
Yo por mi parte me preguntaba que estaría mirando, si de hecho le había visto y le había desmontado entero conmigo, como hice yo con su Escort Mk2 cuando ella aun competía. Escuché que le daban la salida al nuevo, un chaval que prometía, al volante de un 205 GTI, no muy conocido, pero seguramente pronto se haría un nombre. Volviendo a mi maquina, hicimos un trabajo excelente, sobre todo con el turbo garret, que era de hecho lo que enamoraba cuando lo cogías, sabias que tenias potencia en todas partes y situaciones y quería aprovechar eso precisamente hoy. Noto que me llaman y me acerco a la salida, justo cuando el chaval que salio antes llega exhausto. Entonces, la chica que tanto se preocupaba por mi, mi novia, fue hacia el maletero de su Evo, donde se encontraban nuestros amigos, mientras yo me colocaba los guantes y engranaba la primera.
Mientras me estaban dando la cuenta atrás pisaba poco a poco el acelerador 1.000 rpm, 2.000, 3.000 4.000... Escucho un "¡Ya!" y suelto el embrague de golpe, mientras encaro la bajada mas vertiginosa que ha visto el lancia. Miro como entre curvas rápidas me pongo enseguida a unos 190 km/h, para frenar a fondo y encarar las curvas mas cerradas o las horquillas, en las que un poco de freno de mano y el pie a fondo hacen que el coche pase a un ritmo endiablado, y ya está ahí, la pila de neumáticos en la que hay que dar la vuelta para comenzar la subida, el punto fuerte del coche, llego con toda la calma del mundo, freno tarde y justo cuando parece que me voy a pasar, giro bruscamente, clavo el freno de mano, y salgo disparado hacia la otra dirección, ahora si que puedo sacar todos los cv sin contemplaciones.
Un rato mas tarde llego a meta, y me detengo junto al evo 8, y me pongo a animar a mi pobre pareja, cuanto sufre con esto. Pero la calma no duró mucho, ya que apareció la policía para jodernos la diversión. Grité a Ana que nos veríamos en casa, y acto seguido salté dentro del coche y acelere todo lo que pude con 2 coches persiguiéndome. Un par de maniobras un tanto ilegales y ya les había perdido de vista, sin pensármelo me encamine a casa, adelantando a Ana a toda pastilla, y ella reacciono siguiéndome. Al poco llegamos a casa, sanos, por ahora...
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