martes, 23 de abril de 2013

Capitulo 22. Un momento delicado


Ana.

El primer obstáculo estaba superado, la primera carrera se había saldado con una buena victoria y mi coche respondía a las mil maravillas. Tras la aventura de Andorra, Toni parecía flotar en el aire cada vez que recordaba el momento, a mi me había impresionado ver en persona a aquel hombre que tantas veces había visto en vídeos.

El próximo destino seria Pamplona, tanto a los padres de Toni como a los míos les hacia ilusión ir a vernos, así que planeaban ir el día de la carrera, un sábado  y quedarse a dormir en un hotel cercano a donde corríamos  Toni y yo dormiríamos en la caravana de Javi o en algunas de las furgonetas que llevábamos, Tania esta vez no iría, el embarazo le estaba dando más de un problema y no paraba de tener nauseas. Así que a Cristian, Juan e Ivan dormirían todos con Javi, hacinados en la caravana, como habían hecho en la anterior carrera.

Estos días me había centrado en mi labor en el taller y en publicitar al máximo posible este, había conseguido convencer a Javi de colocar anuncios en periódicos, revistas de coches e incluso en paginas de Internet. El negocio subía como la espuma, las carreras se nos daban de lujo, yo tenia a Toni a mi lado, llevábamos una vida de ensueño pero desde hacia rato que la idea de las carreras ilegales me rondaba la cabeza.
En los últimos días y tras la prohibición expresa de correr se había vuelto incluso mas atractivo el hecho de hacerlo. Toni sabía lo que me rondaba por la cabeza y se dedicaba a hacerme olvidar los problemas, sabia que cuando se me metía algo en la cabeza no me lo quitaba. La noche después de volver de Andorra habíamos discutido y me había dicho que era una egoísta si volvía a correr en las carreras nocturnas, sus palabras exactas habían sido estas " No puedes ser tan egoísta de volver a coger el coche para ir a esa mierda, es un peligro, lo sabes y sigues empeñada en ello,¿que ganas con esas carreras? ¿Sabes lo que ganas si sigues con el contrato Pirelli? Ganas fama, dedicarte a esto profesionalmente, lo que siempre hemos soñado y parece ser que ahora lo tiras por la borda, no te entiendo Ana".

Tenia razón, era algo obvio, pero yo siempre había sido una persona que se movía por pasiones. Toni había dado por cerrado el tema desde entonces y yo cada vez me encontraba peor, aunque delante suyo intentaba parecer normal. Hacia días que me volvía a despertar a las 3 de la mañana, como cuando hace años los estudios me preocupaban hasta ese punto. Ahora era otra cosa la que me preocupaba con los estudios se arreglaba con estudiar pero esto no sabía como encararlo.

Cuando me despertaba, me sentaba sobre la cama y miraba como Toni dormía plácidamente, daba vueltas por casa y volvía a la cama pero hoy ya no me podía relajar. Baje al garaje en el que estaba mi Alpine A110 , había tenido que sacar mi Evo a la calle y aparcarlo en frente de casa, pues todos no entraban en el Garaje. Me subí al coche, el tacto del volante era maravilloso, si al empezar a conducir habría tenido algo tan potente, no me habría durado el carnet ni dos días, ahora, el precario Peugeot 206 blanco, con el que empece a conducir era un triciclo al lado de este. Arranque el coche, me encantaba como rugía, parecía pedirme a gritos que le sacara del garaje así que sin oponerme mucho, abrí las puertas del garaje y saque suavemente el coche para no despertar a Toni. Ese coche era suave como la seda, parecía que te mimetizabas con él. No pude evitar ir a Peñacabarga, no había nadie y era una luminosa y calurosa noche. Subí sin apretar mucho el coche, recordé el momento en el que decidí dedicarme a correr ilegalmente, para Toni era una locura, para mi era adrenalina pura. Ya conocíamos a Javi y hacíamos algún trabajo para él, el fue el que me ayudo a empezar en todo esto y preparar un coche, nos dio trabajo en su taller y se convirtió en nuestro mejor amigo y mentor en muy poco tiempo. Al principio Toni no quería ni oír hablar de dedicarse a las carreras ilegales, le parecía una locura, el y Javi se iban a circuitos fuera de Cantabria y allí se desfogaban pero yo tenia mis carreras para hacerlo. Recordé cuando tuve el accidente...aquel accidente me había hecho replantearme las cosas e incluso dejar momentáneamente de correr y cuando Toni me dijo que quería correr . Todo eso se me había pasado por la cabeza y todo eso había significado tanto en mi vida que me dolía dejar de lado esa parte.

Baje a toda velocidad, se hacia tarde y Toni podía haberse dado cuenta de que no estaba alli, la vista de Peñacabarga era magnifica


Cuando llegue a casa todo parecía en silencio, desde afuera no se apreciaba ninguna luz pero al entrar al garaje allí estaba Toni sentado encima del capo de su coche:
-¿A donde has ido?
-A dar una vuelta, no podía dormir y decidí dar un paseo
-Has ido a Peñacabarga

No podía negar lo evidente, a parte se me daba francamente mal mentir y tampoco me gustaba tener que hacerlo, mucho menos hacérselo a Toni:
-Si, he ido y he pisado a fondo el coche, porque no voy a dejar que nadie me venga a decir que tengo que hacer con mi vida y mis aficiones.
-Tu estas mal de la cabeza definitivamente, ¿eres más cría ahora que con 18 años o que?, te ofrecen una oportunidad para lo que deseas y ...
-A lo mejor lo que yo quiero no es lo que tu quieres

Esa frase fue lapidaria, al momento de soltarla sabia que no debía haberlo dicho. Esa frase provoco horas y horas de discusión, tanto es así que ni siquiera fuimos al taller. Tras considerar que ya no podía aportar nada eficiente ni nuevo a la discusión decide irme. Quizas me equivoqué al decir aquello o quizas realmente lo sentía así en ese momento. Me fui a mi cuarto y cogí un bolso grande en el que metí algo de ropa, me fui dirección al garaje y me llevé mi Alpine A110 mientras Toni permanecía inmóvil en el sofá.

Esos días que pasamos alejados fueron los peores de mi vida. Me decidí a irme a casa de mis abuelos, era donde me refugiaba cuando me pasaba cualquier cosa, no sabia muy bien lo que había pasado. Él tenia un sueño y yo aparentemente el mismo pero cuando lo tenia en bandeja no era feliz del todo, pensé que era una caprichosa y una egocéntrica y que tendría que ir yo a pedir perdón pero en ese momento no me sentí capaz de moverme hacia ningún sitio.

Pasaron los días y llegó el día en el que partíamos a Pamplona, al llegar note mucha hostilidad hacia mi en el ambiente, Toni estaba ya metido dentro de la caravana de Javi por tanto no le ví pero Ivan y Juan me hablaban con cierto tono que no me gustaba y Cristian me soltaba de vez en cuando que no podía ser burra, que era cabezona y que fuera a hablar con Toni.

Una vez llegados a Pamplona Toni parecía reuirme, sin duda estaba muy enfadado, no entendía nada de lo que me pasaba y los demás solo habían escuchado la versión de él, por tanto me reuian también  Me sentí extraña esos días y sola, Javi me había confesado que más bien estaban esperando a que me decidiera si seguir adelante con el proyecto o a irme definitivamente, que en ese caso él intentaría hablar con el patrocinador para ver si me podían sustituir pero que en un principio era difícil pues querían el equipo tal como estaba. Decían que no querían presionarme y que sabían de que humor me las gastaba. 
Tanto los padres de Toni como los míos habían venido a vernos y sabían que no estábamos de muy buen humor, el padre de Toni me dijo que estaba muy enfadado pero que no hablaba más del tema, me aconsejó que hablaría con él, pues era la única manera de solucionar los problemas pero yo con todo mi preponderante orgullo no daba mi pie a torcer.
No estaba centrada en la carrera, salí a entrenar en todas las sesiones pero no tenía la cabeza puesta en lo que estaba haciendo, al menos no al 100 por 100 y por ese motivo tuve un susto bastante gordo el día antes de la carrera. Cuando estaba bajando acababa de llover por tanto la carretera estaba mojada y yo pise el coche donde no debía, me quede a escasos centímetros de empotrarme contra un árbol y la bronca que me lleve de Javi no fue poca, me hizo prometerle que olvidaría mis problemas y correría en condiciones así que tuve que prometérselo para mayor tranquilidad del pobre, era el que peor lo pasaba con todo esto y siempre nos ayudaba en todo. 

Llego el día de la carrera y yo como siempre (soy bastante despistada) ni si quiera sabia quienes eran nuestros rivales, normalmente de eso me informaba Toni, a él se le daba mejor todo lo de observar y calcular, pero como esta vez no había hablado con él, tuve que preguntarle a los chicos y analizar las vueltas de calentamiento de los contrincantes.

Me había decidido por descargarme mientras corría de toda la presión de los últimos días.
Parecía que mi técnica de plasmar toda mi frustración en el coche daba buenos resultado, estaba haciendo unos tiempos increíbles en las vueltas de calentamiento pero estaba arriesgando demasiado quizas.
Solo quedaban unos minutos para el comienzo de la carrera y a lo lejos veia a mis padres y a los de Toni que se iban montaña abajo para coger sitio. Nos reunimos todos con Javi, por deseo del otro equipo ellos escogerían el orden y contra quien competiríamos en la carrera y apenas unos minutos antes le habían dado a Javi la lista definitiva , solo faltaban unos minutos para la carrera, esta no sería como las demás, y el orden de salida y contra quien competíamos solo fue la primera de las sorpresas....


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