miércoles, 5 de diciembre de 2012

Capitulo 17. Preparacion para el campeonato

Toni.


Después de convencer a Ana sobre que correr en equipos no era tan malo, siendo principios de septiembre nos esperaban dos meses de duro trabajo poniendo a punto y mejorando los coches a un nivel casi profesional. Por otro lado, nos vimos obligados a pedir piezas nuevas para el evo, ya que nada mas sacarle del taller, Cristian descubrió que casi no frenaba después de tirar un pequeño muro de piedras apiladas, tanto tiempo alli guardado había pasado factura a piezas que no revisamos por suponer que estaban bien. Así que  las primeras semanas de agosto las dedicamos a hacerle un lavado de cara a la mecánica del coche, así que encargamos nuevos frenos con discos y pinzas mas gordos, amortiguaciones modernas (llevaba unas de máximo nivel, pero del año 1995) y un turbo mas gordo, ademas de unos pistones nuevos y reforzados. También se cambiaron los colectores y la linea de escape, la cual ya tenia algún que otro agujero ya que el oxido había hecho mella.

Después del trabajo a contrarreloj con este coche y haberle probado  a conciencia nos dedicamos a ayudar a Ivan y Juan, aunque el civic no tenia mucho mas donde sacar, el m3 si que tenia trabajo, y le hicimos un preparación digna de su hermano en loa rallyes del grupo A, aunque ayudados de la tecnología mas actual, desde luego, no iba a haber un coche que no fuese competitivo  Yo por mi parte, a ratos muertos, le hacia alguna que otra cosilla al FD, como reducir el máximo peso posible (de hecho, le  puse todas las aletas, los parachoques, y el capó en fibra, ademas de quitarle unas cuantas cosillas por dentro). De algún modo senti que me quedaba atrás viendo el nivel de preparación de los otros coches, pero nada mas lejos de la realidad. De hecho, junto al NSX eran las mejores preparaciones (uniendo el conjunto potencia, peso, agarre, etc) que habíamos conseguido, dignas de profesionales.

Fueron unas jornadas completamente exhaustivas, pero estábamos seguros de que todo ese trabajo iba a merecer la pena, y que de alli iba a salir algo grande. Cuando a principios de noviembre acabamos las puestas a punto, quedaba aun lo peor, que era obviamente las jornadas de test, y había que tomárselo mas en serio que nunca. Cogíamos los remolques con los coches y nos perdíamos unos 3 dias por la montañas con un dia de descanso al acabar, el ritmo era tan exagerado que llegábamos al tercer dia con lo justo, y eso se notaba bastante, ya que ni las cabezas ni las manos rendían al nivel necesario, y acabó siendo ciertamente peligroso, mas concretamente se volvió realmente malo la  ultima semana. Era el tercer dia de la  primera de la dos jornadas, y mi turno. Estábamos en la zona fronteriza con Burgos, y aunque la carretera era muy revirada, estaba perfectamente asfaltada debido al continuo paso de camiones de transporte y también de gente que tenia familia por la zona, que no eran pocos. En principio una carretera bastante optima para el FD, ya que se desenvolvía solo en este tipo de piso. Salí a darlo todo y marcar un buen tiempo, y no parecía que fuese a dárseme mal, de hecho, las primeras sensaciones eran muy buenas, y la primera pasada saque un buen tiempo. Me puse en.la salida para la segunda y con el mismo planteamiento que antes, salir y batir mi marca. Me agarré al volante, pisé a fondo, y el mazda ya estaba escalando como siempre, iba exprimiendo las marchas por las primeras curvas, pero en una un poco angosta se me va de atrás  intento rectificarlo, y nada mas conseguirlo y enlazarlo para la otra curva siento un golpe seco y me quedo mirando a la dirección contraria. Yo ya sabia que significaba eso, y mientras echaba espuma por la boca y decía todos los juramentos posibles, salí a ver que tenia el coche. Mientras, los demás habían escuchado el golpe y vino Ana a por mi.

- ¿Que ha pasado?
- Pues que se me ha ido mas de la cuenta y ahí tienes el resultado, un palier roto.

Al menos solo parecía eso, a simple vista, aunque había que cargar el coche y llevarlo al taller. Ana se agachó frente al coche y no lo miraba muy convencida, pero siempre había sido muy negativa con estas cosas. Pero esta vez iba a tener razón, y cuando lo cargamos, vi que también estaba dañado el eje y no tenia buena pinta. Para hacerlo aun mas tétrico  comenzó a llover mientras acabábamos de sujetarlo, y no paró en todo el dia. No paraba de echarme la culpa sobre mi fallo, mientras los demás insistían en que lo dejara, pero no podía, por el simple hecho de que no me lo podía permitir una vez estuviésemos compitiendo. Una vez en el taller, revisamos todo al completo y tuvimos que ir a por un eje completo, asi que el coche se tiraría casi dos dias allí metido. Los entrenamientos estaban parados y por mi culpa, asi que tuve todavía mas carga de conciencia. Al final acabamos suspendiendo la ultima jornada ya que todos pensábamos que estaba todo bien, cosa que me alivió mucho, pero en el fondo seguía cargando con la culpa del accidente, ya que habia sido un fallo garrafal  que no podía permitirme en las carreras, porque supondría prácticamente media derrota, al ser tan pocos corredores. Después de esos dos días con el mazda en el taller, mi garaje volvía a estar completo, y no pude evitar ver alli los 4 coches e inundarme de nostalgia. Ana se acercó por atrás y le dije:

- ¿Recuerdas aquellas veces que soñábamos con algo parecido a esto? Hace realmente algo tiempo, quizá 6, quizá 7 años, cuando suponíamos como seria nuestro futuro mientras estábamos tumbados sin nada que hacer. Yo lo recuerdo perfectamente y me doy cuenta de como ha cambiado todo.
- Tienes razón, parece que fue ayer, y míranos ahora.

Nos quedamos un rato mas ahi abajo sin decir nada y volvimos al salón  a ver que tontería ponían por la tele, aunque no la prestásemos atención. Yo seguía pensando en la conversación  de hecho, fue ayer cuando yo no tenia mas de 19 años, estaba en la universidad y tenia un fiat punto que no andaba ni a patadas pero me llevaba y me traía  e incluso se dejaba apretar por los pasos de montaña sin rechistar. Yo solo era un chaval con la cabeza llena de ideas, ilusiones y pájaros, y para que negarlo, con algún tornillo de menos, y ahora ya tenia una vida bastante estable, vivía con mi pareja, tenia mis estudios, aunque trabajase de lo que me gustaba de verdad, y en mi tiempo libre corría contra otros por puertos de montaña, aunque aquello fuese casi otro trabajo. Puede que para muchos pareciese una vida rara, aburrida o extravagante, pero para mi aquello era el paraíso, y no lo cambiaría por nada del mundo. Aquella noche fué una de esas en las que no podía dormir por mas que lo intentaba, asi que, despues de dos horas dando vueltas y mas vueltas a la almohada, salí de la cama y miré a Ana, que estaba tan dormida que no la despertaría nada. Como la envidiaba a veces en ese aspecto. Me vestí, le dejé una nota por si se despertaba a lo largo de la noche y cogí las llaves del cosworth, ya que hacia mucho que no le sacaba a la carretera. Hacía un tiempo de perros, pero a mi ne importaba poco o menos, lo que mucha gente llamaba chaparrón para mi era tan solo un poco de agua, asi que me metí en el coche, giré la llave, esperé a que los pilotos del cuadro se apagaran, tres, dos, uno y arranqué. Aquel coche tenia un encanto que pocos actuales, o mas bien ninguno, podian alcanzar dentro de su misma gama, era sencillamente arte. Salí con cuidado de no cargarme la portilla de casa y puse rumbo a Peña Cabarga, uno de mis lugares favoritos para dar un paseo con el coche. Por si acaso, decidí parar a repostar en una gasolinera que me pillaba de camino, nunca se sabe. Antes de nada estuve comprobando las presiones mientras notaba como el currante del mostrador miraba mi coche, la verdad es que es un poco cantoso, rojo con las Oz blancas, y el escape que sale por el costado izquierdo, además, para burro yo, puesto que ni llevaba silencioso ni cortafuegos, asi que tambien lanzaba sus buenas llamaradas en las reducidas.



Cuando acabé de revisarlo, llame al chaval (debía tener 18 años, o quizas 17) y le dije que me le llenase de 98. Mientras estaba echándolo, vi que lo hacia todo con sumo cuidado en una mezcla de admiración y miedo, asi que cuando acabó le dije:

- ¿Te gusta?
- Vaya, si, soy bastante joven y no viví aquella época, pero me he hartado de ver videos sobre estos coches y leer sus reportajes.
- Bueno, yo era muy joven cuando aquello y aqui me tienes ¿no?
Después de reírnos le interrumpí cuando se iba a marchar hacia su puesto.
- Oye, ¿te gustaría subirte en el?

Y mientras me miraba como si se le hubiese regalado, le abrí la puerta para que supiese lo que era estar alli dentro, sentado en.el semibacket, con unos 300cv, mas o menos en tus pies. Al rato de mirarlo todo, llegó otro cliente y se bajó apresurado y gritando "gracias" mientras corría. No pude evitar reírme  mientras pensaba que ojala me hubiese encontrado con alguien como yo a mis 18 años. Puse rumbo directo, y ya que el escort había calentado bien, subí bastante ligerito y era una gozada, la tracción 4x4 aunque menos juguetona que la trasera, era una delicia, y en menos de lo que canta un gallo estaba en la cima.



Pasé alli sin hacer nada quien sabe, pero cuando miré el reloj eran ya las 6 de la mañana, asi que volví a casa a todo correr, regalandole una buena reducida con sus fogonazos incluidos al chico de la gasolinera. Ya en casa, según entré estaba Ana con cara de recién levantada y preparándose el desayuno.

- Pensaba que no volvias.
- Son las 6 de la mañana, he llegado pronto.

Y mientras trataba de aguantarse la risa y hacerse la enfadada yo seguia pensando lo mismo que el dia anterior, me encanta mi vida.

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