viernes, 4 de octubre de 2013

Parte 2: Capitulo 6

Ana
No me podía creer lo que acababa de pasar, hace unas horas estaba con él y por fin había abandonado ese carácter negativo tan propio de él. No tenía hijos así que los negocios de Javi revertirían en nosotros, yo ya lo sabía, cuando Toni y yo nos separamos el me ayudo a animarme y a estar entretenida con el trabajo y ahora me sentía mal, no lo había pasado tan mal desde hacía mucho tiempo y Toni estaba igual que yo.
Al llegar al taller prefería quedarme con el papeleo que tener que rebuscar entre sus cosas, sabía que me iba a sentir peor de lo que ya me sentía así que le deje a Toni la tarea. Pero no paso mucho tiempo antes de que Toni me llamara a gritos desde la otra punta del taller. Agitado y nervioso me dio un cuaderno negro que parecía ser una especia de Diario, contenía las fechas de los días en la parte de arriba y todavía olía a tinta. El cuaderno estaba casi acabado y eso que no tenía más de 6 meses, por lo visto Javi tenía muchas cosas que contar porque había un cajón lleno de cuadernos iguales al que Toni encontró:

-¿Tú has leído eso? , no me lo puedo creer, como se le ocurre meterse en eso
-Relájate, ¿Qué dices?, cuéntame lo que has leído
-Aquí pone que le hace coches a la mafia Italiana, que cena con ellos, que sale con ellos, sobre todo un tal Gino, que parece ser amigo íntimo suyo. No puedo creerme que Javi este metido en eso.
-No dramatices, en tu mundo de cochecitos de lujo y circuitos eso es pecado pero en Italia…
-¿Tú también?, no me lo puedo creer, pensaba que no erais tan idiotas como para pedirle ayuda a la mafia
-¿Quién ha dicho que le pedimos ayuda?, Javi y yo sabíamos que al contarte esto te pondrías histérico…Toni, en Italia las cosas se hacen como la mafia quiere, y Javi no era precisamente un subordinado
-¿Qué estás diciendo? ¿y tú?
-Es fácil, la mafia ejerce de justicia, controla los negocios etc, es como el gobierno pero encubierto. Javi llevaba muchos años en la mafia y yo…yo me tengo que relacionar con ellos para llevar los negocios de Italia.
-Deja de mentirme, ¿tú que haces en la mafia?
-Yo era protegida de Javi, ahora tendremos que desempeñar su función
-Me niego, en rotundo, yo no me meto en vuestras mierdas

Se había enfadado mucho, cogió el coche y se marchó y me dejo allí sola en el taller. Javi y yo sabíamos que esto pasaría, Toni siempre era extremadamente legal, demasiado como para decirle que Javi controlaba los negocios de motor de la Italia. Todavía no sabía nada acerca de la mafia, no me había dejado contárselo  y se me quitaban las ganas tras haber visto su reacción, no lograba entender porque tanto escándalo, la mafia italiana ya no era como la de las pelis de los 40 que mataban a diestro y siniestro y que traficaban con todo lo ilegal habido y por haber.
 La mafia italiana había cobrado más bien un significado de gobierno oculto del país, es decir, dirigían todo el país pero al frente de gobierno ponían a gente considerada  “respetable”, de cara al exterior decir que la mafia controlaba el gobierno, sonaba muy mal.
Me volví a casa sin tocar nada más que el cajón donde estaban todos los cuadernos, había cuadernos desde hace unos 10 años y si alguien los encontraba probablemente montarían el mismo escándalo que Toni, así que me los lleve en una caja que encontré y nada más llegar a casa los coloque en el ático en tapados con unos plásticos para evitar que se deteriorasen.
Esa noche dormí sola, Toni no apareció por casa hasta las 8 de la mañana y no parecía tener muchas ganas de hablar, así que me subí al ático a investigar algunos de los cuadernos.
Todos los cuadernos eran exactamente iguales, negros con las iniciales de Javi en el extremo izquierdo, bordados en dorado y las hojas eran de un blanco impoluto, salpicadas por una excelente ortografía. Los cuadernos empezaban 10 años atrás y en la primera hoja explicaba el porqué de escribir: “es una manera de desahogarme, de contar las cosas que no le puedo contar a nadie y quién sabe si serán la base de mis futuras memorias”
Javi escribida muy bien, se podía haber dedicado a ser escritor si la pasión por los coches no le hubiese cegado. Yo me había enterado de los negocios con la mafia cuando fui a vivir a Italia pero por lo visto llevaba muchos años con ello.
En el primero de los cuadernos contaba que estaba locamente enamorado de una chica pero la historia no había acabado bien, eso explicaría las pocas ganas de tener novia que Javi transmitía. Me hubiese burlado mucho de él con las palabras del diario pero ahora ya no estaba y yo no me sentí suficientemente fuerte para seguir leyendo aquello.
Cuando salí del ático Toni ya no estaba, ni su coche en el garaje, así que hice lo propio, cogí mi coche y salí a dar una vuelta para despejarme. Que duros iban a ser estos días y que duro seria acostumbrarse a ser mi propia jefa...cuando estaba sumergida en mis pensamientos sonó mi móvil, no sabía si quería cogerle después de las últimas noticias que había recibido hace tan solo un día, aparque y descolgué el teléfono :
-Buongiorno  Ana, lo siento mucho por lo de …ya sabes.
-Buongiorno Gino, gracias, ha sido un golpe bajo, estoy en shock todavía, come stai? cosa succede?
-Estamos encajándolo, como tú, pues ha muerto Javi y tú eres su protegida, necesitamos que vengas a Italia a poner un poco de orden, ahora que no está Javi necesitamos que alguien ocupe su puesto, si no quieres ser tu por lo menos te necesitamos para que des tu consentimiento para otro, pero si quieres ser tú te recibiremos con los brazos abiertos, lo sabes.
-En unos días iré, pero tengo que arreglar los negocios de aquí, estamos en contacto, gracias por llamar Gino, ti chiamo più tardi, arrivederci.

Vaya, no había pensado en lo que pasaría en Italia, tendría que irme unos días para solucionar todo aquello y no creo que Toni quisiese acompañarme.

Los días pasaron con Toni enfadado y su habitual cara de pocos amigos, y mucho más cuando le informe de mi futuro viaje a Italia. Intente quitarle importancia diciéndole que así le enseñaría mi casa y mi modo de vida allí pero ni con esas quiso venir. Aun así, como le conocía, saque un billete y se lo deje en mesilla, " si quieres ven, sino la verdad que me decepcionaría un poco " con estas palabras di por acabada la conversación sobre Italia. Dos días después hay estaba yo subida en un avión de AirItalia rumbo a mi casa en Napoles para terminar de arreglar los negocios de Javi y de paso enseñarle a Toni como había sido mi vida en Italia.
En cierto modo echaba de menos la ajetreada vida que allí llevaba, mi casa con piscina y a los amigos que allí había hecho pero a pesar de todo la tierra era la tierra. Toni estuvo todo el viaje inquieto y por primera vez en unos días se le quito la cara de enfado, me dijo que le seguía pareciendo mal todo esto pero que no quería estar mas tiempo así conmigo asi que durante un tiempo me daría una tregua.

El avión aterrizo sin `problemas y cuando salí del aeropuerto para coger un taxi vi mi coche, mi Ferrari 288 gto aparcado,con su tono rojo reluciente y fuera de él un secretario de Gino con las llaves en la mano:

-Buongiorno Signora, Gino me encargo darle las llaves del coche y decirla que esta noche la espera para cenar en su casa, no falte
-Grazie mille, no faltaré

Me subí al coche bajo la atenta mirada de Toni, que metió las maletas y se subió:
-Vaya con los de la mafia, menudo dineral tenéis que hasta os traen los Ferraris
-Deja el humor sarcástico anda, ¿te gusta?
-Obviamente si, no estoy ciego, pero vamos a tu casa ya que quiero verla, yo en Alemania vivía en un loft, grande pero era un piso al fin y al cabo y tu a saber que casa tienes...
-Una normal
-Ya, como el coche¿no?
Se echo a reír y yo acelere el ferrari, era un gusto conducirlo, sonaba a las mil maravillas y también tragaba a las mil maravillas. Hace dos años cuando me vine aquí no pensé que estaría algún día en mi Ferrari favorito con Toni yendo hacia mi casa, pero ahora todo había cambiado, ahora mi vida comenzaba a estar llena de nuevo. Tenia todo lo que quería y por fin era completamente Feliz, por fin, después de dos años buscándola, mi felicidad residía en una persona, en Toni. Acelere más afondo por una larga recta que había, me gustaba sentir el rugir de aquel impresionante motor, me gustaba sentir esa sensación de velocidad.
Llegamos a mi casa y aparque justo enfrente de la casa. El sol relucía y todo aquello pareciese un sueño pero pronto me baje de la nube y recordé el asunto por el que estaba alli. Toni estaba mirando la casa con cara de embelesado aquella casa que había elegido porque me recordaba a un castillo en miniatura .

Y a Toni pareció gustarle también. Tras sus vaciles iniciales acerca del dinero que teníamos los mafiosos y pincharme para que le dijera la cifra que había pagado por la casa, le enseñe la habitación principal, había una enorme cama de matrimonio sobre la que colgaba un dosel blanco, a la que acompañaban unos muebles blancos que destacaban sobre el fondo marrón claro de las paredes y un gran ventanal le daba a la estancia una gran luminosidad. Instalamos nuestras maletas en el armario, que era una pequeña habitación que estaba ocupada por mi ropa, mis zapatos y demás prendas. Le mostré cada rincón de la casa a Toni, lo que más le gusto era el garaje que se encontraba a unos 50 metros de la casa y que tenia 2 pisos, uno de ellos subterráneo y en total tenia capacidad para unos 6 coches aunque solo había 4 si cotaba el Ferrari:

-Me gusta tu casa, es muy bonita, amplia y lo mejor es el garaje sin duda
-El garaje te ha deslumbrado, tenemos que ir a cenar a casa de Gino, iremos sobre las 8, le gusta mucho la puntualidad así que nada de retrasarse, y lleva traje.
-¿Vamos a ver al capo o que?
-Me gusta que me vean elegante algunas veces, contando que la mayoría de veces que me ha visto ha sido llena de grasa de motor
-Eso es muy glamuroso ja ja

Tras pasarnos la tarde bromeando sobre mafiosos, llego la hora de vestirse y para disgusto de Toni hacia mucho calor y odiaba vestirse con camisa, yo llevaba un vestido blanco por la rodilla que tenia unas perlas en la parte superior y el resto caía en cascada. Parecía que nos íbamos de boda y tuve que dejar a Toni conducir por los tacones que llevaba.
La casa de Gino si que era impresionante, era un autentico palacete que sobresalía blanco en mitad del atardecer. No parecía haber más coches asi que seguramente seriamos los únicos invitados a cenar. Toni estaba nervioso, lo veía en sus ojos, apartaba la vista, agachaba la cabeza. En el fondo me recordó a mi la primera vez que vi a Gino, con su imponente vestuario, su reloj de oro y sus coches de lujo deslumbraba a cualquiera pero tras conocerle veías que era una persona más normal de lo que parecía, al fin y al cabo venia de una familia muy humilde. Nos recibió con abrazos y halagos, apenas hablo del tema de Javi en toda la noche y cuando se lo saque me dijo que cada cosa iba en su tiempo y que tenia que disfrutar más de la vida, que era muy joven para estar tan estresada.
La opinion de Toni había cambiado tras la cena, Gino y el se llevaban a las mil maravillas y a Toni ya no le parecía tan peligrosa la mafia, Gino le había explicado todo con su particular labia y había conseguido que Toni dejase de pensar en la mafia como algo malo. Así que la vuelta a casa fue un sin fin de preguntas acerca de Gino y los demás y al llegar a casa me dijo que ya no le parecía tan mal lo que hacíamos, que no eramos lo que el pensaba.
Yo estaba de los nervios con el tema de Javi, quería dejarlo cerrado porque sabia la labia que tenia Gino y no quería que me terminara enjaretando semejante cargo, prefiero vivir más tranquila preocupándome de los coches y las carreras:
-Menudas casas que os gastáis, y yo trabajando
-Trabajamos todos listo, mañana tenemos que pasar el día con unos amigos, me llamaron cuando tu estabas obnubilado con Gino, sino lo hago me matan pero por la noche hay carrera en Nola, ¿vamos a verla?
-Si claro, tengo ganas de ver como son aquí y yo no estoy cegado por Gino

Nos fuimos a la cama y al día siguiente nos fuimos con mis amigos italianos de compras, de comida y a tomar unas cervezas por la tarde y para finalizar el día subimos a Nola  para ver la carrera. Toni también alucino con la organización de la carrera, la policía sabia lo que allí pasaba pero no se metía, así que no había que huir de nadie. Eso le quitaba algo de encanto a las carreras pero por lo menos no tenias que salir corriendo en el momento más inesperado.
A Toni le gustaron las carreras, le gustaba Italia, y se le notaba. 

jueves, 22 de agosto de 2013

Parte 2. Capitulo 5. Vueltas y mas vueltas

Toni.


Despues de otras 6 semanas de dura rehabilitación, ya podía andar con la ayuda de una muleta, asi que estuve caminando varios dias más para volver a coger costumbre, dado que la rehabilitación solo había mantenido la fuerza. Cuando desperté una de esas mañanas, había una nota de Ana, que fuese a recogerla a las 11 al taller, y ya eran las 10:30, con lo cual desayuné a la carrera, me vestí y cogí la muleta y las llaves del porsche 997 Gt3 RS, que me había comprado nada mas acabar aquel campeonato con el Mazda, el que por cierto, guardaba mi padre para yo poder traspasarlo en un futuro a mis hijos. El coche estaba justo en frente de casa, ya que me había dado pereza meterlo al garaje.




Coloqué la muleta entre las barras y los backets, y salí hacia el taller a toda prisa, habría perdido forma andando, pero conduciendo la cosa cambiaba. Al llegar estaba Ana sentada en un 911 negro de los años 80. Me estuvo contando que por culpa de ese coche había estado ta rara y ausente en casa, y quiso ir conmigo a probarlo ahora que ya estaba terminado, el antiguo dueño también había venido a verlo, le dije que se montase en el mio y que íbamos a seguirlo de bastante cerca. Pusimos rumbo al puerto de montaña de Alisas, un lugar perfecto con carretera bien asfaltada, dos carriles anchos, y una buena subida para probar todo el potencial. Ana seguía siendo muy rápida en este terreno, pero el antiguo 911, aunque se defendía bien, no podía con el potencial del 997, ya eran muchos años de avances tecnológicos. Durante toda la subida el 911 antiguo lanzaba llamaradas y se agarraba al asfalto con su llanta 14 y sus anchos neumáticos traseros, desesperados por coger tracción cuando patinaba gracias al Boxer que cargaba en su parte trasera. Yo seguía con el 997 sin mayores dificultades, también soltando llamaradas, mas discretas, y con bastante mejor tracción que su abuelo, pero siendo el mismo concepto en el fondo, un deportivo de verdad, motor atrás, Boxer de 6 cilindros, tracción trasera, y nada de turbos, solo 8.500 rpm para disfrutar de su sonido envolvente y su firme y precisa direccion. Al antiguo dueño se le veía entusiasmado con el lavado de cara que tenía el que un día fue su coche, y también con el hecho de ir sentado en uno de sus sucesores, mientras uno perseguía al otro con música celestial de fondo provocada por ambos motores. Y con esa sintonía se pasó la mañana.


Después de volver al taller, despedirnos del dueño y volver a comer a casa, llamamos a los miembros del antiguo equipo, para volver a pasarlo como en los viejos tiempos, y por suerte todos estaban disponibles. Ahora Javi tenía un M5 e92, Iván se había comprado hace poco un Toyota Gt86 y Cristian disfrutaba del Mazda Rx8 y Ana y yo fuimos con los porsches. Estuvimos un buen rato contándonos anécdotas del tiempo que había pasado desde después de dejar el equipo, Ana contaba sus vivencias en Italia y yo la vida en los circuitos, también aproveché para anunciar que no volvería a correr en un tiempo, hasta que estuviese totalmente recuperado, estimaba unos dos años, mientras tanto, en porsche seguían contando con mi currículum y solo tendría que volver a pasar las pruebas. Ese tiempo lo utilizaría para descansar, recuperarme por completo y dedicarme mas a los míos. El resto de la tarde lo pasamos conduciendo, derrapando, gastando gasolina y divirtiéndonos,  para al final acabar echando una carrera entre todos como las que hicimos hace años, y lo pasamos tan bien que decidimos hacer esto al menos una vez cada año. A la vuelta tuvimos que ejercer de niñeras de los hijos de Tania y Cristian durante un par de horas, y tuve que aguantar los comentarios chistosos que hacia Ana sobre lo bien que me sentaba un niño en brazos, y cuando llegamos a casa caímos rendidos sobre la cama, mañana sería otro dia...

Nos despertamos mientras nuestros móviles no paraban de sonar, asustados y algo confusos. Ana tenía cerca de 10 llamadas perdidas y yo otro tanto, todas del taller, así que llamé. Recibí la peor noticia que me podía dar uno de los mecánicos, habían encontrado a Javi muerto en su casa hoy por la mañana. Se lo dije a Ana, el funeral sería ese mismo día a las cuatro de la tarde, así que fuimos a comprar ropa para ir decentes a su entierro y al velatorio, donde nos encontramos con los hermanos de Javi, y estuvimos hablando con ellos largo y tendido. Ninguno podía creer la muerte tan repentina que había tenido, dado que se suponía que ya estaba saliendo del cáncer, y no había ese peligro. Nos despedimos y fuimos a comer casi en absoluto silencio, además de avisar a más gente sobre la repentina muerte. Después de comer, nos vestimos ambos de negro (los hermanos de Javi nos instaron a que llevásemos el ataúd con ellos del coche al cementerio) y yo cogí las llaves del GT-R, el cual me habían traído de Alemania hace una semana. Salimos en el directos a seguir la marcha fúnebre que encabezarían los restos de nuestro antiguo jefe.




Si bien el velatorio estaba casi vacío, el cementerio y alrededores estaban a reventar, y si no llegamos a tener preferencia para aparcar, hubiese sido preferible ir andando. Descargamos el ataúd y lo llevamos hacia su nicho, ante decenas de miradas de angustia, y entre familiares con los ojos rojos de tanto llorar, y algún vecino con el que Javi había mantenido conversación alguna vez en su vida, se realizó la ceremonia que sellaría su vida. Después acudimos a la lectura de su testamento, en la que Javi nos dejaba sus negocios al completo, y toda su fortuna la repartía entre su familia y varias ONG'S. Después de otra larga charla con los hermanos, decidios ir al taller a revisarlo todo, empezar a cuadrar cuentas y todos esos asuntos burocráticos. Ana se quedó mirando los registros de ventas y yo rebuscaba entre las cosas personales de Javi, mientras veía todo lo que alguien tendría en su oficina, agendas, apuntes sueltos en papeles, direcciones, alguna que otra foto de hace ya unos años, y una especie de diario. La abrí por curiosidad y me quedé sorprendido al leer lo que se exponía ante mis ojos. Sin más dilación avisé a Ana para que viese lo mismo que yo...

lunes, 5 de agosto de 2013

Parte 2. Capitulo 4. Un nuevo miembro en la familia

Ana:

Ya habían pasado varias semanas desde el accidente de Toni, en el que el maravilloso fin de semana en Le Mans se convirtió en un infierno. Había visto que el coche de Toni se comportaba extraño en la última vuelta pero podría ser cualquier cosa, estos coches eran muy complicados y delicados y el más sencillo daño podría afectar a la forma en la que el coche respondía, pero no pensé que se fuera a estrellar de aquella forma. Estábamos cerca de donde sucedió todo, vimos volar el coche y el resto lo vimos por las pantallas gigantes que había en Le Mans...nunca creí que podría pasarlo tan mal por alguien, creo que en ese momento comprendí lo que Toni debió de sentir cuando yo tuve aquel grave accidente hace años.
Me partía el corazón verle en esa camilla entubado y sin poder moverse, sin hablar, sin nada, me había dolido separarme de él antaño pero por lo menos sabia que estaba bien en cambio ahora estaba ...destrozado. Tuvimos miedo a que no despertase a pesar de que los médicos dijesen que despertaría.
 El panorama fuera de su habitación era igual de desolador que dentro, su madre llorando, su padre intentando aguantar el tipo, nuestros amigos consolándose mutuamente por las esquinas, era horrible, prefería estar dentro de la habitación y así lo hice durante los cuatro días que estuvo allí. Sus padres, Javi, sus compañeros de equipo querían relevarme para que me fuera a dormir a un hotel y descansara pero ni pensé en la posibilidad, quería estar ahí cuando despertase y allí estuve, aunque el pobre se asusto un poco al verme más pálida que de costumbre, parecía estar peor que él a causa de la falta de sueño.

Pero de todo esto ya habían pasado 3 semanas y por fin volvíamos a casa, los médicos querían asegurarse de que lo habían inspeccionado a fondo y Toni ya podía ponerse de pie y dar un par de pasos aunque le dolido horrores la columna. En Cantabria seguiría un plan de rehabilitación con el que los médicos de Le Mans aseguraban que en un par de meses podría caminar más o menos bien aunque seguramente tendría que ayudarse de un bastón o una muleta al principio, pero el estaba animado e incluso bromeaba con lo bien que le iba a quedar el bastón y el aspecto de maduro interesante que le daría.
El viaje en avión fue algo movido por el mal tiempo pero llegamos bien y a Toni no le dolía nada, aunque ya me habían avisado los médicos, cuando se le pasara el efecto de la infiltración que le hicieron para hacer más cómodo el viaje iba a sentir todo el dolor que en el hospital le habían conseguido camuflar mas o menos.
Al aeropuerto vinieron a buscarnos unos amigos de Toni que nos llevaron a casa, y los dos siguientes días fueron un afluente continuo de gente por casa: familiares, amigos, etc y por fin al tercer día pareció que dejaban de llegar visitas a todas horas.
Me levante a las 7 a limpiar un poco la casa y a hacerle el desayuno a Toni, porque a las 9 tenia su primera sesión de rehabilitación:

   -Buenos días dormilón, te traigo el desayuno, no te puedes dormir que tienes que ir a Valdecilla
   -Ya lo se, no tienes que hacerme el desayuno, con la rampa esa que me pusisteis puedo bajar yo solo a la     cocina y hacérmelo
   -No me importa hacerte el desayuno, anda calla y ponte a desayunar que luego no te da tiempo a nada y       tenemos que andar corriendo a todos sitios.
   -Ana, hay algo de lo que no hemos hablado y a lo mejor deberíamos hacerlo
   -¿ De que?
   -De esto, osea de nosotros, de lo que somos, de todas esas cosas
   -Pues bien, yo estoy bien contigo, quiero estar a tu lado y creo que ya sabes lo que siento por ti, así que         no creo que tengamos mucho más que hablar
   -No huyas Ana
   -Tengo muchísimas cosas que hacer

Dije mientras me iba riendo a terminar con todo lo que había que hacer y a vestirme, pronto Toni me llamo para que le ayudara a levantarse para vestirse y arreglarse, decía que se sentía muy inútil, había que ayudarle con todo pero a mi no me importaba ayudarle, y bromeaba diciéndole que después de cuidarlo a él no quería tener niños.

La rehabilitación fue dolorosa, se le oía gritar desde la sala de espera, y salio de allí rojo como un tomate y con la cara completamente desencajada por el dolor, no quiso hablar del tema, pero la cara de dolor tardo en cambiarle bastante, mientras tanto yo me le había llevado al taller de Javi, tenia que hacer un montón de cosas porque Javi se había marchado a Inglaterra unos días y yo tenia que hacerme un poco cargo de la cosa. Toni estaba irritable después de la sesión de dolor y más aun cuando veía que no podía meterle mano a los coches de Javi, ahora que lo pensaba, no había hablado con Toni la posibilidad de que siguiese en las carreras de resistencia, tampoco quería presionarle o hacerle tomar una decisión porque no iba a servir de nada, así que mejor cerraba la boca hasta que el mismo sacase el tema.
 Entonces oí aquel característico sonido, era mi Honda Nsx me quito todos los pensamientos de la cabeza, era mi hermano el que había estado cuidando aquella belleza y se le veía tan encantado con el coche que se le regale en su cumpleaños, me iba a costar superar ese regalo, ahora estaba rojo y mi hermano le había vuelto a poner el asiento del copiloto que yo le quité:

-Te gusta eh, había pensado que ninguno de los dos habías visto lo que hice con el Nsx
-Yo ni si quiera sabia que ahora era tuyo
-Mi hermana se lucio y en mi cumple me lo regaló, para el próximo año quiero el Delta
-Anda cállate y dime porque has pintado a mi hermoso coche blanco de rojo
-Para que corra más ja ja ja

El Honda era un buen coche, de serie alcanzaba las 8000 rpm y tenia casi 300 cv, y después de las modificaciones que yo le había hecho para correr aquel coche era monstruoso, pero no terminaba de divertirme tanto como lo hacia ahora con el Delta, mis padres me quisieron matar cuando se le regale a Rubén, no solo por la velocidad que podría alcanzar, sobre todo por lo que aquel coche consumía, a los 100, 12 litros sin pisarle mucho, pero Rubén tenia un buen trabajo y podía permitírselo, aunque no lo usaba a diario y todavía no le había dado ninguna avería ni tampoco había tenido que cambiar las ruedas, ni los discos de freno, entonces si que iba a llorar cuando viese la factura.

Mi tío se empeño en comprarme el Evo y el resto de mis coches me los había llevado a Italia, tampoco había pensado en Italia, que iba a hacer con mis amigos de allí, los negocios, con la casa, los coches, tampoco sabia si iba a seguir el plan inicial de irme allí medio año y estar el resto aquí. ¿ Por qué era todo tan complicado?, mientras yo pensaba, Toni chachareaba lo que podía con Rubén en el Nsx, se les veía muy enfrascados en una discusión de que ruedas debería ponerle al coche cuando se las cambiase. Mientras ojeaba una revista de coches pensaba en que hacer, si dejar el Delta para diario o comprarme otro coche y el Delta usarlo como coche de domingo. Me  daba pena usar el Delta a diario porque era una reliquia y quería conservarlo bien el máximo tiempo posible y entonces vi en la sección de segunda mano de la revista aquella preciosidad, un Porsche 911 que me dejo los ojos abiertos como platos, en el anuncio ponía que el coche necesitaría de algunas reparaciones pero sinceramente no me importo, lo mio con aquel coche había sido amor a primera vista, no tenia ni idea de porque pero aquel Porsche tenia algo especial y esa misma tarde deje a Toni en casa de sus padres y con la escusa de tener que volver al taller fui a ver el coche.

Tuve que irme hasta Castro pero allí, a la entrada de una casa con el jardín más lleno de flores que había visto en mi vida estaba el coche, brillante, impoluto, al bajarme de mi Delta vi que no tenia ni un rayón y que por dentro estaba mejor todavía. Un señor mayor salio de la casa y me saludo, me pregunto que si me interesaba y tras hablar un rato con él de lo bueno y malo que el coche tenia le pedí que me enseñara el motor del coche y que me dejara probarle. Así que al rato, y tras comprobar que el coche no tenia nada grave, solo algunas cosillas que había que cambiarle le dije que se le compraba y le extendí al señor lo que pedía de entrada en el anuncio y el resto se lo di en un cheque, pareció sorprenderle que se lo pagara todo el mismo día:

-Vaya, debes de tener un buen trabajo niña, ¿a que te dedicas?
-Tengo un negocio de talleres y a veces hago alguna carrera
-Vamos que el coche le dejo en buenas manos
-Supongo que si, no se preocupe cuidare bien de él, no seria capaz de hacerle ni un rasguño a este coche


Y tras aquellas palabras el señor me deseo suerte y me hizo prometerle que si algún día me pasaba por allí con el coche se lo enseñaría para ver como quedaba cuando lo arreglara, accedí con gusto porque el señor era muy simpático y se le veía perro viejo en esto del motor. Mire el reloj, las nueve ya, Toni me iba a matar, le dije que a las 8 como muy tarde iba a por él. Llame al taller y le dije a uno de los obreros que allí teníamos que viniese a buscarme el Porsche a Castro con la grúa y que le dejaran en el taller hasta mañana, yo les daría mañana las indicaciones sobre lo que hacer con él. Así que con todo atado me subí al Delta para ir en busca de Toni. Cuando llegue se le veía algo enfadado y según nos montamos al coche me dijo que había llamado al taller y que no había aparecido por allí en toda la tarde, así que me invente que un cliente muy exclusivo me había hecho ir hasta castro para mirarle los fallos que le daba un Porsche 911, siguió enfadado pero se lo creyó a regañadientes.

A la mañana siguiente, sus padres querían llevarle a rehabilitación y yo aproveche para irme al taller y darles a los mecánicos las indicaciones de lo que quería que hicieran con el coche, iba a exprimir aquel coche, a sacarle todo lo que podía dar de si mismo y entonces se le enseñaría a Toni. Los mecánicos estimaron una semana para realizarle todas las reformas que quería hacerle y yo estaba especialmente ilusionada con mi nueva adquisición, nunca había tenido un Porsche a pesar de que siempre me habían parecido grandes coches, y este coche tenia algo, el sonido, el olor de la gasolina, su aspecto fiero, no se exactamente que, pero tenia algo que me hizo quererle desde que lo vi, tanta era mi adrenalina por probar ese coche que esa misma noche me lleve el Delta a meterle caña por Peñacabarga para quitarme un poco las ganas de velocidad. Para ello espere a que Toni se durmiese y salí con el máximo sigilo que pude, no estuve fuera más de una hora, pero Toni estaba despierta con un libro en las manos cuando entre en la habitación:

-¿Donde estabas?
-Fui a pisar un poco el Delta, se esta quedando dormido de tanto ir a 50 por hora en Santander
-Estas muy rara Ana
-No estoy rara, anda vamos a dormir un rato y deja de decir tonterías.

Esperaba poder mantener el secreto del coche hasta que estuviese listo para así darle a todos la sorpresa, pero Toni me conocía demasiado bien y si se empeñaba averiguaría lo que estaba haciendo, desde luego no tenia capacidad para mentir, se me notaba enseguida, así que tendría que olvidarme del Porsche hasta que estuviese terminado, así no estaría tan hiperactiva y Toni no seguiría pensando que estaba rara, en definitiva, en una semana disfrutaría de los placeres de conducir semejante coche, me quede profundamente dormida, estaba como una niña a la que le iban a dar una juguete nuevo.

domingo, 4 de agosto de 2013

Parte 2: Capitulo 3. Nueva vida

Toni.


Después de esos dias en casa, y de poder hablar con Ana como personas para dejar las cosas claras, me volvía a marchar, para comenzar la semana previa a Le Mans, una dura semana de preparación, simulador, charlas de equipo y demás cosas para que todo estuviese listo y perfectamente preparado para las 24H. Mientras esperaba a que el avión despegase, pensaba en la conversación que había tenido con Ana, y en lo extraña que estaba esos dias, comportándose como cuando me quería pedir perdón después de haberse enfadado por algo. Puede que fuese su intención, pero yo desde luego no tenía ganas ni de perdonarla ni mucho menos de volver con ella, menos aún después de comportarse como lo hizo, de la manera mas egoísta posible, con todo ya decidido y casi cargándose los planes de todo un año de trabajo y esfuerzo, haciéndome demasiado daño. En definitiva, había sido una gran egoísta y yo estos dias tan solo me había hecho el amable para que no hubiese mal ambiente, ya que iban a ser los últimos dias que pasaría allí y no quería irme con mas malos recuerdos, si es que era posible. El avión comenzó a despegar mientras los primeros rayos de sol se dejaban ver tímidamente en una intensa iluminación roja que hacia del despegue una acción especial, casi mágica, elevarse entre las nubes parecía tan fácil...



El aterrizaje no fue tan apacible, además de estar retenido en los controles casi dos horas porque mi casco fue declarado "sospechoso" por el especialista designado. El coche de alquiler me esperaba fuera y tras un viaje lleno de traqueteos y golpes de maletas mal colocadas en el maletero, llegué al motorhome de porsche para reencontrarme con mi segunda familia. Fuí saludando uno por uno a todos, ingenieros, mecánicos, meteorólogos, directores de prensa y marketing, y a mi compañeros de equipo, Frank Schmidt y Luca Nicoletti, con quienes estuve toda la tarde repasando el circuito en el simulador. Esa noche hubo reunión del equipo, saldríamos con la Porsche #2 y salíamos a ganar, después del tercer puesto del año anterior, el cual había dejado grandes sensaciones pese a todos los problemas técnicos. Pasaron unos días muy ajetreados hasta las clasificaciones, llenos de pasos en bici por el circuito, entrenamientos exhaustivos y horas de simulador. El primer día de la clasificatoria, aparecieron Ana y Javi para desearme suerte, vestidos de porsche y con tres o cuatro acreditaciones colgadas del cuello, vaya si les habían cuidado mis jefes, y les estuve recomendando zonas donde ponerse en la pelousse, mas incómoda que una grada, pero veías bastante mas del circuito. Yo salía el último en las dos clasificaciones, ya que la noche era mi punto fuerte, pero ese día no daba con los reglajes y gracias a Frank conseguimos un tercer tiempo a escasas milésimas del segundo y el primero, y me fuí a la cama pensando en el siguiente dia, ya que aun teníamos la oportunidad de bajar mas el crono. Sin darme cuenta casi, estábamos en la segunda clasificatoria y se acercaba mi turno, Luca había conseguido la pole provisional pero no podíamos bajar la guardia, yo caminaba nervioso de un lado a otro mientras esperaba que llegara al box. Cuando estaba delante mio, salté al coche y salí a correr como si me persiguiese la mismísima parca, para después de poco mas de 14 minutos, bajar el tiempo de Luca lo suficiente para conservar esa pole, a partir de ahí me relajé y di dos vueltas mas a un ritmo mas pausado. La noche en este circuito era mágica, completamente, un desfile de luces, ruidos de motor, llamaradas en los escapes, el público jaleando a sus pilotos favoritos, sin duda, por algo era una de las carreras mas míticas de la historia.





Con una alegría inmensa entré al box entre celebraciones del equipo y prensa empujándose por una instantánea de los tres pilotos, nos habíamos quedado a muy poco del récord del circuito desde su reforma con las chicanes en su enorme recta, así que la pole se celebraba casi como una victoria. Después de las reglamentarias fotos y un poco de entrevistas, me fui al motorhome ya que el siguiente día iba a ser muy largo. No dejaba de darle vueltas al dia de la ruptura con Ana y con esos pensamientos acabé durmiendo un buen puñado de horas, suficientes para mantenerme fresco para la carrera, pero la mañana se presentaba bastante ajetreada, con el driver's parade, las entrevistas, las telemetrías de última hora, y los nervios previos a la salida. Cogí la moto que tenían para que los pilotos nos moviésemos sin muchas dificultades y fui a ver donde estaban Ana y Javi, les guié hasta la zona que les dije en los entrenamientos (no habían sido capaces de encontrarla con las explicaciones tan rapidas que dí) y estuve hablando un rato con ellos de como planteaba la carrera y que planes había. Salía el primero, tanto en posición como en el equipo, ya que haríamos los relevos de tal forma que yo entrase a partir de las 22:30, y para eso tenía que correr en el primer compás de las 24H. Cuando terminé con ellos, volví al paddock para las correspondientes entrevistas con Eurosport y ESPN, y la reunión que siempre hacíamos entre los 3 pilotos para darnos ánimos los unos a los otros y salir motivados a pista. Cuando acabé quedaban apenas 20 minutos para montarme en el coche, así que me puse los cascos y desconecté un momento con:


Después de eso, comprobé que todo estuviese en su sitio, bien colocado, listo para funcionar, me colocaron las botellas de agua y me cerraron la puerta. Coloqué el volante en su sitio y repetí la misma operación de todas las salidas, miré al frente hasta que los sonidos de mi alrededor se apagaron y solo quedaba el sonido de mis guantes rozando el botón de encendido. Apreté y volví a la realidad, listo para la vuelta de formación, que daría paso a la salida lanzada, las curvas se sucedían, mientras seguía al safety car, las curvas dunlop, la curva de des Hunaudières, Mulsanne y también Indianápolis, y justo nada mas pasar la chicane Ford, quedaba solo la última, la pasé por mi zona mientras observaba el reloj, inmortal, que colgaba donde siempre, aceleré al máximo pasando por la salida para encarar las curvas dunlop, las cuales pasaron mas rápido de lo que esperaba. Entre trazada fina y uso mínimo del freno, llegaba todavía líder por delante del Nissan #4 el Toyota #9 y el Porsche #1, a la recta de des Hunaudières. Arriesgué todo lo que me permitían las ruedas, aun al 70% del rendimiento, ya que no había calentado muy bien, en ambas chicanes y pude ampliar levemente la ventaja, entrando en Mulsanne como una exhalación para salir directo a Indianápolis y de ahí a las chicanes previas a la recta de meta de nuevo. Así pasaron varia vueltas, ampliando mi ventaja con mis rivales, los cuales iban del segundo al quinto en un pañuelo, y a la séptima vuelta ya estaba pegando rafagazos de luz a los doblados. Paré otras 10 vueltas mas tarde, y seguiría otras 20 mas, como estaba planeado. La carrera se sucedía sin incidentes pero yo no acababa de sentirme cómodo al rato de parar la primera vez, así que cuando me bajé del coche no fui a descansar a la habitación, me quedé con los ingenieros y meteorólogos en el muro, viendo el desarrollo de los acontecimientos. Mis malas sensaciones se hicieron verdad, y en cuestión de 5 minutos, comenzó a llover a mares en el circuito, situación que Frank supo manejar de forma excelente y trajo el coche al box en perfecto estado, para ponerle ruedas de lluvia extrema y seguir ganado distancia con nuestros rivales. El cielo se cerró y así estuvo toda la tarde, hasta que al final del relevo de Luca amainó lo justo para que correr de noche no fuese imposible. Cuando Luca salió del coche, me deseó buena suerte y me dijo en bromas que le temblaban las piernas con tanta agua sobre el asfalto, y la verdad es que o le había ido nada mal, era un genio sobre mojado y ya aventajábamos al segundo en 3 minutos y 27 segundos, así que cuando estaba dentro pensaba solo en mantener la distancia y apretar donde pudiese. Salí de box por detras de un GT, un Ferrari de Scudería Italia, al cual tuve que adelantar nada mas salír de manera bastante peligrosa. La tensión de la noche con lluvia era insoportable, y ya no sabía como ponerme para no estar incómodo, parando en boxes a las 13 vueltas, me dijeron que la ventaja había aumentado entre 12 y 15 segundos, sin que me diesen un número exacto, así que salí de nuevo a por todas. Sobre la tercera vuelta después de la parada tuve un pequeño encontronazo con un LMP2 que golpeó levemente mi parte trasera debido al aquaplaning, y sin darle demasiada importancia, seguí a ritmo normal. Pasando las curvas dunlop notaba el coche extraño, así que avisé al equipo, y me dijeron que tenía que parar para cambiar los neumáticos, ya que tenía el trasero izquierdo dañado. El coche se comportaba, y pasé las dos chicanes sin ningun problema, subiendo hasta los 328 km/h en la recta, y aun quedaba la recta antes de Mulsanne, en la que volvería a circular tan rápido. Cada vez se acercaba mas y justo cuando iba a frenar, el coche botó de repente y yo sabía lo que pasaba, el sonido me lo confirmó, la rueda había explotado. Los únicos recuerdos que tengo de aquel momento son de mí boca abajo mientras el porsche volaba hacia los árboles y un golpe muy fuerte a la altura de los riñones, seguido de un montón de sirenas de ambulancia y a Javi y Ana hablándome de algo del monocasco del coche y de que aún estaba vivo. En el viaje en ambulancia caí rendido y desperté el martes, en el Centre Chirurgical du Mans.





Mi primera visón fue la de Ana dormida, flores sobre la mesa, y una carta de Javi sobre la mesa que decía "Ya llevas cuatro días tu sola alli, déjame hacer el relevo". Cuando posé la carta los médicos entraron y despertaron a Ana. Estuvieron explicándome entre todos lo que pasaba; Al reventarse la rueda, el coche se desplazó a mas de 300 km/h y salió por encima del guardarrail después de despegar "gracias" a los pianos del trazado, perdiéndose en el bosque y golpeando la parte trasera contra varios árboles, y cayendo muy fuerte contra el suelo. Eso me había ocasionado una dislocación de columna, la cual ya estaba en su sitio, pero tendría que usar la silla de ruedas una larga temporada hasta que recuperase la movilidad. Cuando nos dejaron solos le pregunté por la carta, me dijo que si que era de Javi, y ella parecía no haber dormido muy bien ni haber comido tampoco bien en ese tiempo, asi que le dije que nos bajamos a comer por todo lo alto a la cafeteria. Me ayudo con la silla y lo pasamos muy bien durante la comida, y mi imagen de ella volvia a cambiar de nuevo. Una vez volvimos a la habitación, recibí visitas de todo el mundo, mis familiares, los de Ana, el equipo, mis amigos, todos estaban alli. Cuando se acababa el dia, Ana volvió a quedarse y estuvimos hablando largo y tendido de todos los problemas. Nos pedimos perdón mutuamente y ella se subió a la cama para darme un abrazo, y comenzó a llorar. Cuando quitó la cara de mi hombro, nuestras caras se acercaron la una a la otra para acabar fundidas en un beso que pareció eterno.


sábado, 3 de agosto de 2013

Parte 2: Capitulo 2. El reencuentro

Ana:

Entre en el garaje y posé mi improvisada arma contra la pared:
-¿Que haces en mi casa?
- Es mi casa también, ¿lo recuerdas? he decidido venir a pasar unos días, alejarme un poco de los circuitos, venir a ver a Javi, me preocupa su enfermedad y como él esta muy preocupado también pues a lo mejor consigo que se le olvide un poco su enfermedad
-Vale

Fue lo único que acerté a decir. No podía creer lo que veía, Toni y yo volviéndonos a ver después de dos años, estaba muy guapo, estaba más mayor y eso le daba un toque de maduro que me encantó pero a pesar de todo y aunque no quería ser borde, una parte de mi no le perdonaba que se hubiese ido y actué como una autentica despechada, no solo siendo irritante, sino también echándole en cara que me había abandonado y asegurandole que no me iba a tener ni como amiga, todo eso acompañado de una larga discusión que duró casi hasta que amaneció y que termino conmigo llenándome a dar una vuelta en coche para quitarme la mala sensación que se me había quedado.
En los dos siguientes días cada uno hacia su vida en la casa sin mediar palabra e intentando no cruzarnos. Yo iba lo menos posible, solo a dormir para no tener que cruzarme con él, parecía muy enfadado en la discusión y no quería volver a repetirla, ya me sentía suficientemente mal por reencontrarnos así, por no haberle dicho las cosas que sentía por él, aun pasados estos dos años.
Cuando la gente se entero de que Toni estaba aquí, mi casa se empezó a llenar de amigos y familiares que querían verle y eso me hizo ir menos todavía a casa. Así que me pasaba las noches recorriendo con mi delta los lugares en los que alguna vez había corrido, legal o ilegalmente y pisaba el coche, eso de alguna manera me aliviaba, me relajaba y por lo menos se me olvidaban todas las preocupaciones que tenia, sobre todo el hecho de que Javi estaría enfermo y que mi ex volviese a aparecer en mi vida más guapo que nunca.

Como siempre en los últimos días, llegue a casa sobre la una de la mañana y desde afuera vi que la luz del salón estaba encendida y el impresionante Mercedes-Benz Slr Mclaren de Javi en la entrada de la casa, que relucía brillante bajo una farola, era un coche que impresionaba y más como Javi le había puesto, negro por fuera con un ligero brillo y por dentro cuero rojo que resaltaba la ferocidad del coche, y es que con 600 cv nadie se iba a atrever a intentar echar una carrera con él. Me quede mirando el coche, las pastillas de freno de carbono que cada vez que las cambiaría debía de darle muchos dolores de bolsillos y las ruedas y las llantas....estaban impolutas, las ruedas parecían recién cambiadas, con el dibujo perfecto, y aunque yo siempre había dicho que los mercedes eran de viejos este coche para nada me disgustaba y ya lo había cogido alguna vez con Javi de copiloto, de otra manera no me hubiese dejado el coche.

Deje el coche de lado y entre en casa a saludar a Javi y a ver como se encontraba hoy. La casa estaba ligeramente cambiada, Toni debía de haber subido los muebles del trastero y había puesto póster y fotos de coches, por fin la casa parecía tener un poco más de vida:

-Hola viejo, he visto fuera el mercedes y me he preguntado..¿ de quien sera este coche de viejos? y justo tu estas en mi sofá jaja.
- Que casualidad eh, y tu ¿por que llegas tan tarde a casa?
-Estaba dando una vuelta con el Delta por ahí (dije mientras me sentaba en el sillón, ya que el sofa lo ocupaban Javi y Toni)
-Ya me conozco tus vueltas...veras aprovecho que estas aquí y te digo que nos vamos a Le Mans, a ver las 24 horas, ¿no me digas que es mal plan?, nos invita el equipo de Toni, estaremos en boxes con ellos y tenemos el hotel al lado del circuito por si quieres irte a descansar.
-No quiero ir
-¿Por que te invito yo y mi equipo?
-Precisamente
-Bueno bueno chicos, parad, tu vas a venir conmigo, sabes que no estoy bien y si estas conmigo puedes ayudarme si me encuentro mal
-Precisamente, ¿tu crees que estas lo suficientemente bien para ir ?
- Por eso ni te preocupes, me voy a llevar una enfermera conmigo, pero te necesito a ti para divertirme, no creo que la enfermera me lleve de copas
-Desde luego que eres idiota
-Ya pero tu te vienes
-Si si, ya lo veremos
-Yo me voy a ir a casa chicos, os dejo que descanséis y que...habléis, creo que necesitáis hablar bastante

No le faltaba razón pero tampoco sabia muy bien que decir, así que cuando Toni acompaño a Javi a la puerta me pensé como empezar a hablar con él pidiéndole perdón por el recibimiento pero cuando regreso al salón, mi maldita boca no se abrió para decir lo que pensaba sino que permanecimos en silencio un rato mientras escuchábamos el rugido del motor del Mercedes:

-A Javi le ilusiona mucho ir a Le Mans y si soy yo el problema pues no me hables y ya esta
-No quiero ir
-Venga joder, si no vas, Javi se va a encontrar muy solo, si aparte no me vas a ver nada, voy a estar demasiado ocupado, no seas una caprichosa y hazlo por los demás
-Otros no hacen nada por los demás cuando se lo piden
-No empieces que no estamos hablando de nosotros, estamos hablando de Javi pero pareces no entender que a veces hay que sacrificarse por los demás....
-Claro, para que los demás sean felices mientras yo me pudro ¿no?, para que tu fueras piloto y yo mujer de piloto, para que fuera un florero a tu lado
-Joder, eres una puta caprichosa, paso, haz lo que te de la gana, yo quería hablar como personas normales.

Y sin más dilación subió las escaleras y desapareció en la oscuridad y yo seguía sin saber porque si sentía otra cosa, mi boca no me dejaba decirlo, seria el orgullo, ese maldito orgullo que me hacia hacerme la digna, hacerle ver que no podía hacer lo que quisiese sin consecuencias, pero estaba agotada de mi propio orgullo, de ser tan cabezona y de tener la boca tan grande. Por esto no quería hablar con él, sabia que me iba a perder el orgullo, y el estaba enfadado de verdad conmigo, se le veía y eso me enfada a mi también, aunque sabia que tenia razón, tenia que ir con Javi porque a él le hacia ilusión. Le Mans era en dos semanas pero seguramente iríamos antes, mañana llamaría a Javi para preguntarle, porque con Toni no quería seguir metiendo la pata, y allí me quede, dormida en el sofá mientras veía una antigua seria que reponían a esas horas en la tele y lo peor de todo no fue dejarme la luz y la tele encendidas, ni tampoco quedarme dormida encima del mando y que se me quedaran los botones marcados a fuego, lo peor de todo fue ver como Toni se reía de mi al verme desde la cocina levantarme con todo el pelo rojo revuelto, cara de loca y con una tortícolis impresionante que me impedía mirar a los lados. Le hubiese lanzado el mando de la tele si no fuese por el esfuerzo que me suponía intentar localizar el mando con el cuello así:

-¿Quieres que te ponga un vaso de leche?
-No
-Anda no te hagas la digna que no puedes ni girar el cuello, estas muy graciosa sin poder moverte
-No puedo mover el cuello pero las manos si, así que ten cuidado
-No digas mucho eso, suena muy mal

Dijo mientras se ria, ya no se si de mi o conmigo pero por lo menos no parecía tan enfadado como la noche anterior, le dije que iba a ir a Le Mans y le pregunte si sabia cuando íbamos a ir nosotros, me comento que le tendría que irse en pocos días, nosotros iríamos tres días antes de la carrera y nos volveríamos con él, dijo que Javi se encargaría de todo y que le preguntase a él. Por lo menos hablamos como personas civilizadas durante unos minutos y cuando por fin me decidí a pedirle perdón y comerme mi orgullo su maldito móvil empezó a sonar como loco y al cogerle empezó a hablar en su ingles y a dar vueltas por casa, por tanto mis planes de hablar se desmoronaron así que me fui a casa de Javi para preguntarle por el viaje, en el fondo me hacia ilusión ir a Le Mans, que era tan mítico, tan especial y también ver a Toni correr, aunque no se lo iba a decir a él. Iba a ir a ver las 24 horas, esas que tantas veces habia visto por la tele y tantas veces habia dicho que tenia que ir alguna vez en la vida .




sábado, 20 de julio de 2013

Parte 2.Capitulo 1. Todo vuelve a empezar

Ana
Noche cerrada de un frio día de marzo, ya eran las 4 de la mañana y en poco tiempo las calles se llenarían de gente.  Desde donde estaba tenía una completa vista de la Bahía de Santander y todas las luces de las tranquilas calles. Dos años hacía que no pisaba Peñacabarga, desde aquella noche en que Toni ganó a Drako todo cambió, sus sueños y los míos no eran los mismos y eso termino con Toni cumpliendo su sueño de ser piloto de resistencia en Porsche  lejos de España, viviendo en Alemania y conmigo viviendo en Nápoles dirigiendo los talleres de Javi en Italia y probando suerte en las carreras callejeras italianas.
Me subí a mi precioso Lancia delta integrale que rugió al pisarle el acelerador, aquel coche había sido difícil de encontrar pero era increíble para conducirlo. “Dos años” pensé mientras bajaba por las empinadas curvas del lugar. En dos años había estado tan enfrascada en los coches que ni siquiera había vuelto a Cantabria, pero ahora Javi me necesitaba aquí.  Mi vida seguía siendo cómoda y me podía permitir caprichos como el Lancia pero desde que Toni se fue no había sido lo mismo.


Mientras cruzaba las calles de astillero para dirigirme a casa de mis padres  pensé en que se asustarían ya que no les había avisado de que vendría hoy, me esperaban para dentro de un par de semanas, a lo mejor  habían dejado la llave por dentro como era costumbre en mi padre y al oír mis forcejeos para abrir la puerta se podrían asustar  así que pensé que sería mejor irme a mi casa donde no hallé más que muebles llenos de polvo y una casa completamente vacía de fotos y decoración, daba bastante pena ver las paredes completamente blancas sin ningún adorno, ver las estanterías sin libros y los cajones vacíos, parecía una casa recién desvalijada pero para dormir unas horas me valdría, ni si quiera sabía porque no había vendido esa casa, me ponía triste estar allí porque había vivido demasiado entre esas paredes y ahora esos recuerdos que alguna vez me parecieron dulces, me parecían horriblemente amargos, es lo que tiene una ruptura difícil, pensé pero estaba tan agotada que no pude estar mucho tiempo pensando y rápidamente me sumí en un profundo sueño del que no despertaría hasta las 10 de la mañana y lo haría con mi mal humor característico de las ultimas épocas.
Después de la sorpresa inicial de mi familia y Javi por mi llegada me dedique a comprobar que cosas del lugar en el que vivía habían cambiado, y la verdad era que estaba todo igual, pero en ese momento sentí como si todo fuera nuevo para mí. Al doblar la esquina del Telepizza hacia la plaza me encontré con la madre de Toni que en un primer momento no me reconoció pero al mirarme detenidamente supo que era yo:
- Estas muy cambiada, entre el pelo y las gafas de sol, no te había reconocido, ¿Qué haces aquí?
- Vine para ayudar a Javi con…
-Sí, ya nos lo conto Toño, pero él es joven y seguro que sale, hoy en día mucha gente sale del cáncer bien y sin problemas
-Espero que sí, pero ya sabes cómo es Javi, y dice que quiere enseñarme a llevar el negocio entero por si le pasará algo, ¿ te ayudo a llevar las bolsas a casa?
-Si no tienes nada que hacer estaría bien, por cierto cuéntame que tal en Italia
-Bien, llevo los negocios de Javi allí y la verdad es que va bastante bien, ya sabes que los coches italianos se pasan más tiempo en el garaje que fuera de él así que trabajar allí es todo un negocio jajá

Tras un rato con ella y acompañarla a casa, me dijo que le daba mucha pena que Toni y yo ya no estaríamos juntos y que ella pensaba que nos habíamos equivocado al romper. Yo no sabía muy bien que decir y se notó que estaba incomoda, me frotaba las manos y miraba al suelo. El tema no me gustaba mucho para hablarlo, y había evitado todas las conversaciones que Javi había querido mantener conmigo sobre ello y todos los consejos de que lo llamara, era demasiado orgullosa y no podía arruinar sus sueños, él era una estrella de la resistencia, apunto maneras desde el principio y habría sido injusto por mi parte haberle exigido que dejara todo por mí, porque yo tampoco fui capaz de rechazar la oportunidad de correr en Italia.  Me despedí de su madre todavía con Toni en la cabeza, si me viera se reiría de mí, ahora era pelirroja oscura y estaba aún más blanca que antes, tanto que a mis padres les preocupaba.  A pesar de los cambios físicos y del endurecimiento de mi carácter, por dentro seguía siendo la misma loca del motor que era capaz de cualquier peligro para disfrutar de las carreras. 

No sabia lo que seria de mi vida de ahora en adelante, Javi estaba enfermo y quería ayudarlo en todo lo que me fuese posible, pero tampoco quería dejar Italia, tenia una serie de sentimientos encontrados que me empujaban a volverme aquí y otros que preferían la vida de Italia. Mis amigas en la cena me dijeron que me quedara aunque fuera un tiempo  y mientras mis amigos italianos me instaban a volverme, mis padres...mis padres alargaron ese "un tiempo" a unos años, y después de un par de días en su casa insistiendo en que no me volviese a ir me tuve que marchar a dormir a mi casa para no terminar discutiendo con ellos, para entonces yo había decidido pasar parte del año en Cantabria y otra parte en Nápoles pero a mi madre seguía sin gustarle la idea, decía que yo era muy cabeza loca y que aquí me tenían más controlada. No se fiaba de mi, ya había tenido un par de susto con los coches en Italia y mi madre decía que conducía como una suicida. 
Tras un par de días sola por las noches en mi casa decidí irme a dar una vuelta y como siempre termine en Peñacabarga, apoyada en el capó de mi coche reflexionando. En el fondo esperando a que aparecieran los chicos con la furgoneta y todo volvería a ser como antes pero ya era tarde.
Al volver a casa vi las luces del garaje encendidas, seguramente mi hermano habría entrado para arreglar alguno de sus coches, solía venir a mi casa cuando no estaba porque mi garaje estaba mejor equipado que el suyo y era más grande, ¿pero a las 2 de la mañana iba a estar trabajando en su coche?,¿ y si no quien era?, decidí presentarme en el garaje armada con la escoba que tenia para limpiar la entrada, si me habrían entrado a robar se iban a enterar, no seria la mujer mas fuerte del mundo pero si la más tozuda y burra y no iba a permitir que nadie me robara pero al abrir la puerta del garaje de sopetón vi que no era un ladrón el que estaba dentro de mi garaje...

miércoles, 3 de julio de 2013

Capítulo 24. Todo tiene un Final.

Toni. 





Habían pasado dos meses desde la carrera de Madrid, la cual habiamos resuelto con una baja, Iván, que en su ultima carrera sufrió un fuerte accidente que lo dejó un par de dias hospitalizado. Aun así pudimos conquistar el torneo y que Pietro nos mostrase sus ofertas. Habían sido dos meses en los que nos habíamos tomado la vida con toda la calma posible, yo habia comprado una plaza de garaje cerca de donde vivian mis padres, el taller seguía creciendo y todo iba tan bien como siempre, hasta que un dia, paseando con el mazda para que no se oxidase, un Impreza 22B se me puso detrás y me estuvo presionando. Me dediqué a jugar con el durante un rato, hasta que me di cuenta de que no quería correr. Me sacó de la carretera y destrozó mi mazda, incluyendo que estuve una semana en la UVI, recuperándome de los golpes. El mazda quedó en el nuevo garaje y lo arreglaba cuando podía. Fui moviendo los hilos y unos días después averigüe que fue Drako, que ahora tenia nuevo coche. Así que decidí retarle a un ultimo duelo en Cabarga, esto había que arreglarlo sobre la calzada.

Y llegó el momento, la hora de la verdad, y por qué no, la de la venganza. Ya no me quedaban uñas cuando Juan vino a recogerme con su e30, coche con el que habíamos acordado que yo iba a correr.

- Venga chaval, sube que nos queda poco tiempo, ¡y alegra esa cara, que hoy llevas mi e30!
- Ya voy ya voy… Ya te contare.

El caso es que debido a esto, había tenido una discusión, se podría decir que la mayor de todas con mi novia, desde el accidente con el Mazda ya veía esto de otra manera, y no quería que corriese debido al peligro que suponía correr contra quien iba a correr, pero yo debía hacerlo. Para resumir, salí de su casa mientras ella seguía discutiendo sola, y aun no habíamos hablado desde esa mañana, lo cual me preocupaba bastante, en verdad.

- Llegamos.

Había pasado todo el viaje ensimismado en mis pensamientos y concentrado en la discusión, pero llegaba el momento de cambiar de chip, me bajé del coche y allí estaba, Javi haciendo de chofer de Iván y Cristian con el s2000.

- Que pasa so gays, ¿os molan los tríos en pequeños espacios?
- Calla coño.
- Para maricona tú, que parece que te va el rollo.

A todo esto Juan se estaba partiendo el culo tirado en el coche, si que debía ser divertido visto desde fuera, si.

- Bueno, dejémonos de gilipolleces, ahí llega tu hombre.

Efectivamente, ahí llegaba Drako, con su Impreza 22b, que tanto había tenido que ver, por desgracia

- Acabemos cuanto antes, procedimiento simple, quien llegue primero gana, el perdedor se retira, ¿te parece bien?
- Perfecto me parece, a los coches.

La carrera tocaba en bajada, pero no en cualquier bajada, sino mi bajada, perfecto, menos ventaja para su Impreza, mientras él se iba colocando en la salida yo hacía los últimos preparativos, arneses colocados, meto la llave, la giro, espero a los chivatos, embrague y arranca. Me pongo los guantes y se me acerca Juan a la ventanilla

- Mira, sabes que siempre he sentido un afecto especial por este coche, pero si hoy le haces algo, como si le siniestras, me da igual, siempre que ganes a este personaje, me cuesta mucho hacer esto, pero te doy libertad de llevar mi coche al límite. Tan sólo gana.
- Quizás no llegue a cruzar la meta, todo depende.
- Miedo me da cuando dices eso.
- Tu tranquilo, si tal ya te pagare yo los rasguños…
- Voy a dejar de hablar contigo que me estoy poniendo en lo peor.
- Suerte, y llega debajo de una pieza al menos.
- Eso intentaré

Me dirijo a la salida con una sola idea en la mente, acabar esto cuanto antes. Si tenía que retirarle iba a ser esta noche, y no de la manera más ortodoxa, precisamente. Voy recorriendo mentalmente el trazado: “ésta podría ser buena para adelantarle, le podría cerrar por ahí y por allí si voy delante”. Volviendo a la realidad, Iván nos iba a dar la salida.

- ¿Preparados?
Asentí
- 3…2…..1...YA!

Y salí sin perder mucha rueda: “uf menos mal” pensé para mis adentros. Estábamos a la par y sabía de buena tinta que el e30 llevaba bastante menos peso que el Impreza, que también estaba aligerado, pero no se acercaba ni por asomo al bajo peso del que iba pilotado por mí. Podía forzar mucho más en las frenadas, y eso era algo que iba a aprovechar, pero el Impreza tenía mejor paso por curva debido a su tracción: “malditos 4x4” pensé para mis adentros.  En todo este rato, y sin darme apenas cuenta ya habían pasado las tres primeras curvas y el Impreza estaba detrás, pegado, pero detrás. Me centro en la carretera.
Bajamos aproximadamente a unos 110 km/h por un lugar de ir a 50 como mucho, pero no era consciente de ello, ahí estaba la primera curva de la zona lenta, reducción a 2ª y paso sin dejar deslizar la trasera, agarrando al máximo, pero nada, ni por esas, el Impreza me comía en el paso por curva: “ya veremos si tienes pelotas” mascullaba mientras llegábamos a las zonas en las que no se pasaba de 3ª. Llegamos a unas entrelazadas que eran imposibles de tomar aunque sea un poco rectas,  lo cual aproveche, lanzando la trasera del e30 para hacer de barrera, pero en la última no coordiné bien y ¡adiós! El Impreza me rebasó al no taparle el hueco, tocaba cambiar de estrategia.
Me pegué a su culo para no perder terreno mientras iban sucediéndose  las curvas, en las cuales intentaba no deslizar porque sabía que me haría perder tiempo. Y de repente ahí estaban, las horquillas, a tan solo unos pocos giros. Faltaban 3 curvas, la primera a izquierdas bastante ligerita en la que no había mucha variedad de trazada, en 3ª casi a fondo, fui reduciendo a 2ª para la segunda curva, ésta más cerrada y a derechas, pero que superé sin problemas, para la última recta un poco larga en la que llegue a tocar el tope de rpm en 4ª. Tocaba frenar, curva a izquierdas bastante larga que se podría tomar en 3ª a pocas rpm, pero me iba el riesgo, engrané 2ª y el motor rugía endiabladamente, salí catapultado detrás del Impreza, mientras llegábamos a la primera horquilla, coño, si había público, en fin, aficionadillos a ver los piques, supuse.
Mientras el Impreza comenzaba a frenar bastante antes de lo que tenía yo planeado, aproveché eso para colocarme por su interior y forzar la frenada apurándola al máximo: “vamos, un poco mas… vamos… ¡ahora!” y comencé a frenar estando a su par, lo cual funcionó, le había sobrepasado en la primera horquilla de 3, nada mal. Con lo que no contaba es con que ahora él, estaba  a mi izquierda, y por supuesto, en el interior para la siguiente, lo cual me desconcentró un poco, frenando antes de lo que debía y provocando que me adelantase, pero no estaba todo perdido. Nada más comenzar a tomar la curva lo vi, si cruzaba lo justo podía salir con el impulso suficiente, dicho y hecho, a base de pedal conseguí que se deslizara un poco de atrás y salí catapultado al lado del Impreza. Esto estaba a menos de 100 metros de acabarse…
Después de salir de la segunda horquilla el interior era mío, y además, algo con lo que Drako no contaba, yo me conocía mucho mejor el terreno que el. Y si no recordaba mal, el exterior de la siguiente curva estaría cubierto de barro debido a las lluvias de días anteriores. “Ahora o nunca” pensé, lanzando el e30 con un Scandinavian flick, o el arte de poner el morro del coche hacia el lado contrario de la curva, mientras llegábamos a esta. Escuché un frenazo mientras rectificaba la trazada, y me metía completamente de lado en la curva. “Vas bien, vas bien, vas bien… ¡NO!”. Demasiado impulso, con lo cual me adelantó la trasera y trompo al canto. Para más inri me quedé bloqueado y calé el coche. “Se acabó la carrera, se acabó todo” me lamentaba, hasta que miré hacia mi frente y no vi ninguna luz, ni se escuchaba ningún motor. El Impreza  estaba empotrado contra una pared de roca.
En ese mismo instante cogí el móvil y llame a Juan:

- Oye, estamos aquí a mitad de recorrido, esto ya se ha acabado.
- No me jodas que has hecho algo al e30.
- No hombre no, bajad y lo comprobáis, el siniestrado es otro.
- No puede ser…
- Si, si es, bajad ya.
- Vale, no os mováis mucho.

Colgué. Entonces salí del coche y miré el destrozo. Poco había que salvar de ese Impreza, y me giré buscando a Drako. Allí estaba, sentado en el guardarrail, con las manos en la cabeza y mirando el coche, sin mover un solo dedo. Debió entrarme un ataque de compasión, quizás pena:

- Por más que lo mires no lo vas a arreglar, sabías los riesgos que esto conlleva.
- Pero esta siniestrado…
- Y qué más da, además, creo que te será mas fácil retirarte si no tienes coche con el que correr. Voy a ir llamando a la grúa

Cuando acabe de hablar con el de la grúa, llegaron Juan, Cristian, Iván y Javi, con lo que se formó un gran revuelo, comentarios de la carrera, del accidente, de las maniobras, lo normal. Al rato llamé a Juan aparte:

Yo- Oye, estoy algo cansado, ¿me llevas de vuelta?
Juan- Ahora mismo, voy a decirles que te vas, yo volveré por aquí después.

Me monté en el e30 y Juan hizo lo mismo. Mientras bajaba eché la vista atrás y se veían algunos de los coches de quienes estuvieron viéndonos bajando, de vuelta a sus casas también, suponía. Me centré en la carretera mientras pensaba “Si hubiese tenido que llegar a este punto quizás no hubiese terminado”. Intentado quitarme esos pensamientos entablé conversación con Juan, mientras le decía lo que iba a ser de mí en un futuro…
Llegamos a mi casa y me bajé del coche:

- Muchas gracias por prestarme el bmw, sin él no lo hubiese conseguido
- Ya sabes que no es nada, pese a lo nervioso que me ponga. Bueno, me voy que me estarán esperando impacientes, ya hablamos.
- Adiós.

Y se fue dejándome en frente de mi garaje. Miré el reloj “Las 22:30, perfecto”. Entre en el garaje, y le abrí. Allí estaba casi acabado de nuevo el Mazda Rx7 que tantas emociones me había dado, sin duda estaba en deuda con él, jamás me la había liado. Me dispuse a terminarlo, solo quedaban por montar dos cosas, el parachoques trasero y un baquet de mas… Si, a partir de hoy llevaría dos asientos. Mientras enganchaba el parachoques escuché la puerta de la calle y un coche. “Estos vecinos…” pensaba. Cogí el baquet y me dispuse a engancharlo. Un poco después ya estaba en su sitio, colocado y fijo, y le estaba haciendo los últimos ajustes cuando:

-¿Ya has terminado de arreglar esa chatarra?

Sin prestar atención a la voz que me hablaba, dije:

- Esta chatarra seguramente sea mejor que tu puta mierda de…

Fue alzar la vista y verla, allí estaba mi ella, aguantándose la risa porque sabía que nadie se podía meter con mi coche, y le encantaba picarme.

- Oye, que siento lo de esta mañana, ya sabes, el estrés de estar en el otro lado, sin poder hacer nada y temiéndome lo peor. Pero bueno, aquí estoy. Por cierto, ¿no notaste ninguna figura familiar allí arriba?

Entonces lo recordé con bastante claridad, en la primera horquilla, aparcado en el interior, su Alpine a110. Iba tan concentrado que apenas me di cuenta.

- Iba tan concentrado en ganar que en el momento ni pensé e ello, pero te vi perfectamente. En fin, como ya habrás visto le puse otro asiento al coche, ¿vienes a darte un paseo?

- Vale, espérate a que meta el Alpine dentro y me monto.

Acabó de aparcarle mientras yo arrancaba el Mazda… Joder, como el primer dia, su ruido inundaba todo el lugar.

En la radio sonaba: 


Nos colocamos los arneses y salí hacia un lugar bastante especial para mí, el lugar donde acudí a darle un buen apretón a mi antiguo Fiat por primera vez, solo que esta vez no le iba a hacer lo mismo al Mazda, al menos por voluntad propia. Mientras íbamos llegando permanecíamos en silencio, como si sobrasen las palabras.

- Mira, hemos llegado, aquí fue donde comenzó todo

Y me dediqué a conducir por el mismo recorrido que aquel día, a un ritmo normal y corriente, por supuesto. “Mira, allí casi meto un salto importante, en esa curva es donde se me fue de atrás” y mas cosas que le fui relatando sobre el recorrido de ese día. Se acercaba el lugar donde me detuve esa primera vez, hice lo propio. Bajé del coche y me senté en el capó. Ella hizo lo mismo y nos quedamos un rato mirando las vistas, nada malas por cierto.



























- Te tengo que decir algo, algo bastante importante para el futuro.
- Cuenta.
- Antes lo estuve hablando con Juan y… Dejo las carreras, las de la calle. Esto se ha vuelto demasiado grande para mi, a partir de hoy dejaré de correr así. Lo cual no quita que sigamos saliendo a divertirnos con ellos algunos findes, como siempre. Pietro me ha hablado sobre un puesto para una prueba con Porsche en su programa de jóvenes promesas para correr en resistencia, y creo que voy a aceptar. En cierto modo quiero sentar la cabeza.
- Esto tiene que estar siendo bastante duro para ti, hasta a mi me costará acostumbrarme a no verte correr.
- Si, es duro, pero es lo mejor. Por cierto, ¿has decidido que vas a hacer con el Nsx?
- Supongo que lo venderé, o quizás lo conserve como coche de fin de semana.

Y nos quedamos otro rato más en silencio, mirándonos, y mirando el paisaje que se ofrecían ante nosotros, el cielo estaba despejado y había luna llena, así que se veía perfecto. No sé cuanto estuvimos así, quizás 10, quizás 20 minutos. Hasta que me sonó el móvil.

- ¿Si?
- ¡Putilla! Soy Cristian ¿Te apuntas a cenar o cómo va el asunto?
- Mas oportuno no podías ser no…
- Eso es un no, lo siento si he interrumpido algo.
- Más te vale sentirlo…

Colgué y nos empezamos a reír debido a la conversación. Esta noche no quería nada más que mi chica y mi coche.

- Te propongo una cosa, vamos a sacar dinero, se llena el depósito, y vamos a divertirnos, a  conducir por turnos.
- ¿En serio? Jamás te he visto dejar el Mazda a casi nadie.
- Bueno, muchas cosas han cambiado desde hace un tiempo ¿no?
- Si, la verdad es que si.
- Pues vamos.

Montamos en el Mazda mientras pensaba hacia dónde ir. “Eso no importa” me decía a mí mismo, “tan solo disfruta como nunca jamás lo has hecho con un coche”. Fui hacia el cajero más cercano, y acto seguido a una gasolinera que ahora llevaba un viejo conocido.

- Llénamelo de la de 98, anda.
-¿Vaya maquina llevas no?
- Uno, que ha tenido suerte en la vida.

Estaba él solo, así que le esperé para pagar, y de paso comprar  algo de comer y beber para cuando apretasen las ganas. Me dirigí a la ventanilla del copiloto:

- Ahí tienes un mapa, cógelo, estamos ahí mismo. Decide hacia dónde vamos a ir…

Si, tenía un mapa con mis tramos preferidos señalados. Nada más había que decidir a cuales se iba a ir.

- Vale ya está, sube y te voy contando, salimos de frente. Un tramo cada uno.


Subí al coche y arranqué mientras me ajustaba los arneses. Con toda una noche por delante para hacernos muchísimos km. Nos disponíamos a salir de aquella gasolinera sin pensar en un ayer, ni en un mañana. Simplemente estábamos haciendo lo que deseábamos desde hacía mucho tiempo, liberarnos de todo, aliviar las presiones. Disfrutar de nuestra pasión sin ataduras. Vivir el momento. Bastó una mirada, un gesto. Salí de allí dejando un pequeño olor a goma quemada en el ambiente, para que mentir, aquello me encantaba…


Just Drive.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Capítulo 23. Sin compasión

Toni.






Faltaban minutos para comenzar la carrera y yo había decidido cambiar el orden de salida, quería salir cuanto antes para así terminar y marcharme a la furgoneta a analizar la siguiente carrera. Los rivales que nos tocaban esta vez eran 2 porsche 997 gt3, un audi s3 quattro, un honda s2000 y un ford focus rs mk2. Bastante duros de pelar pero no era ninguno rival para mi, no ese día. Conocía la carretera mejor que nadie y el coche estaba puesto a punto a la perfección  por lo que si no cometía fallos, ganaría. A esto se le sumaba el enfado que yo tenia, lo cual me hacía ir aun más rápido que de costumbre, los demás habían hecho muy buenos tiempos, pero yo no había sacado a la luz los míos  Al poco me avisan de que va a empezar todo, así que Juan, Cristian y yo dejamos todo arriba y vamos a salida de la base, Ana e Iván correrían como siempre, descenso. En un rato que fue eterno estábamos abajo, listos para llegar arriba con las ruedas en las lonas, o al menos yo tenía esa idea. Me tocaba salir el primero contra uno de los dos 997, que estaba muy de serie, así que no tendría una gran ventaja en cuanto a maquina, cosa que me daba aún mas confianza de la que ya tenía. Había visto correr ya a este hombre y no parecía desenvolverse como debería hacerlo en trazados parecidos al que teníamos ahora delante nuestro, y eso que los realizaba en subida, lo que en teoría le debería resultar mas fácil debido al balance de su coche, por lo menos mas fácil que una bajada. Por mi parte le había hecho unos cuantos retoques al mazda, pequeñas cosas que hacían del coche cada dia que pasaba una maquina mas y mas efectiva, y yo rendía al doble del nivel al que estaba acostumbrado. Nos avisaron para salir, así que me coloqué paralelo al 997, pero haciendo caso omiso al mismo,  solo estaba centrado en mi, en ganar y en acabar cuanto antes. "¡5 segundos!" y comencé a visualizar la primera curva, mientras aguantaba el coche con el freno de mano. El chico que daba la salida bajó el brazo y solté el embrague de golpe, siendo empujado por toda la fuerza del motor 20B biturbo, y colocándome delante del 6 cilindros que era mi rival, siempre me había gustado el 997 pero ahora tenía que machacarlo. Exprimí las marchas hasta la quinta esperando la primera curva a derechas, reducción a segunda ayudándome del punta-tacón, pasé la curva aprovechando todo el agarre que me proporcionaban las ruedas y el ancho de la carretera, de nuevo aceleré el coche hasta la cuarta marcha para reducir hasta primera y pasar por el cruce que daba paso al asfalto roto y bacheado. El porsche ya debía estar a un par de segundos y eso que no habían pasado mas que dos curvas. El cruce enlazaba con una curva de izquierdas muy larga en la que pude meter dos marchas más, para de nuevo reducir a segunda y encarar otra curva, esta mas cerrada y corta pero de nuevo hacia la izquierda. Ante mi se mostraba una larga recta con enlazadas muy suaves de vez en cuando, las cuales pasaba prácticamente sin doblar la dirección y sin apenas soltar gas.



Cuando se acababa la recta pegué un frenazo que puso a prueba tanto discos y pastillas como las ruedas, para encarar una curva de derechas en segunda. Otra vez salí de ella sin mas apuros y administrando la aceleración, para llegar a una sucesión de curvas rápidas en las que las suspensiones trabajaron de maravilla. Seguí pasando por mas curvas de segunda y tercera que despachaba sin mayor complicación  ya no veía al 997 por el retrovisor, y para cuando quise darme cuenta, ya estaba reduciendo a primera para pasar la ultima curva, una horquilla muy cerrada, que no me moleste ni en pasarla derrapando. Crucé la meta a toda velocidad y cuando paré fui a ver los cronos. "¡Has batido el récord y por mucho!" me gritaba Javi desde lejos. Con la misma, me di la vuelta, tiré los guantes dentro del mazda y me volví a la furgoneta satisfecho con mi trabajo. No quise ver a nadie, esa noche era solo para mi y nada mas, quería disfrutar del calor nocturno mientras escuchaba los boxer de 6 cilindros retorcerse por la montaña, luchando por superar al 4 cilindros de bmw o al motor dohc vtec del nsx. Todo esto me ayudaba a transportarme a épocas pasadas, cuando correr y ser el mas rápido era tan solo un sueño inalcanzable, y me imaginaba como seria todo esto mientras corría en el simulador contra otras personas, siempre me ganaban, pero la vida real es otra historia, en un juego cualquiera puede echarle valor, cuando estas ahí la cosa cambia y mucho. Recuerdo aquella época con un poco de nostalgia, pero tampoco es que la eche de menos, es decir, ahora compito en lo que me gusta, no se me da mal, tengo un buen trabajo de lo que me gusta, y un garaje envidiable a punto de ser ampliado. Solo tenia un pequeño problema en el ámbito amoroso, pero nada que no tuviera solución. Fueron sucediéndose las carreras y cada una era una nueva victoria. Cristian amaestró al audi como si se tratase de un perro, Juan voló con el bmw dejando en ridículo al 997, Iván se desmarcó del focus y este ultimo no le volvió a ver, y Ana hizo que el otro 997 mordiera el polvo literalmente, pues tuvo una pequeña salida de pista. Todo había salido como pensaba y teníamos que centrarnos en la ultima carrera de esta zona, la que nos daría el paso a Madrid si ganábamos tan solo 2 veces. Me encontraba viendo fotos y vídeos antiguos en el ordenador cuando alguien golpeó la puerta de la furgoneta.

- Pasa, esta abierto
- Soy yo, quiero hablar contigo
- Vale

 Así que Ana entró y se sentó a mi lado

- Verás, quiero pedirte perdón por lo de estos dias.
 - Me has dejado prácticamente solo, asi que no se que te esperabas.
 - Ya lo se, quiero disculparme y todo eso, cuando volvamos, pasare a recoger todo de casa de mis abuelos       y volveré a casa.
- Pues veras, lo veo un poco dificil. He convertido tu cuarto en una sala de recreativos...
- ¿Y tu te crees que yo me lo creo?
- Si cuela cuela.

 Y me quiso pegar un manotazo pero yo lo esquivaba mientras ne reía. Las cosas volvían a su normalidad de una vez, y después de dormir un puñado de horas, emprendimos el viaje de vuelta comentando nuestras carreras y técnicas usadas. Nos esperaban unas semanas de descanso, semanas que emplearíamos en transformar la semiderruida casa de nuestros vecinos en la ampliación del garaje que necesitábamos  Había mandado que la demolieran mientras estábamos fuera, así que solo quedaría ir echando cemento, además de demolerla, ya habían hecho las columnas y el techo, lo cual nos ahorraba mucho trabajo. En los ratos muertos fuimos haciendo el suelo y las paredes, ademas de encargar unas cuantas cosas para hacer algo curioso el garaje. Resultado después de 2 semanas y 6 días, un garaje de 120m2, con dos elevadores, 4 plazas, herramientas de sobra, y un pequeño foso. Había quedado bastante bien, y de momento seria el hogar del alpine, el stratos, el evo y el escort. Por otro lado cada día había mas y mas trabajo en el taller, y como la empresa en la que trabajaba Cristian había cerrado, Javi se decidió a contratarlo para ayudar con los transportes y entregas de piezas y coches. Cada vez teníamos mas clientes y mas fama, lo cual era bueno pero levantaba muchas ampollas en otros lugares, que nos hacían publicidad negativa, pero muy poca gente le hacia caso a esas tonterías  En este descanso aprovechamos bastante el tiempo libre que tuvimos, yendo a muchos sitios, disfrutando de los nuevos juguetes de 4 ruedas, o simplemente viendo la tele y jugando con el ordenador hasta quedarnos fritos, dependiendo del día  También hubo que hacer muchas visitas a la familia y ayudar a Cristian y Tania con lo del niño. Fueron unos días relativamente relajados en los que hicimos un montón de cosas pero también nos dio tiempo a hablar sobre el tema de las carreras ilegales. Al final, Ana llegó a la conclusión de que era una perdida de tiempo y que solo servirían para crear problemas. Yo sabía que le había costado tomar la decisión y por eso siempre decía que si lo conseguíamos, en el futuro cercano estaríamos corriendo de verdad, como siempre habíamos soñado. Yo ya estaba pensando pedirle a Pietro una plaza en el campeonato mundial de resistencia, puesto que para el mundial de rallyes ya era muy mayor y me costaría varios años coger el ritmo. Ana no quería decir nada sobre que haría o que no haría, así que lo mejor era dejarla tranquila y que pensase con calma todo. Quedaba una semana para la carrera y el nerviosismo se palpaba en ambiente, nos dedicamos mucho a reglar los coches, corríamos en Asturias, y el terreno era familiar asi que no habría problemas. Los coches estaban siendo revisados cada dia, y nosotros nos preparábamos estudiando el mapa del trazado e imaginándonos como seria, ademas de creando estrategias y hablando sobre las posibles zonas de adelantamiento. Si lográbamos ganar tan solo 2 carreras estaríamos en la final a 3 bandas, lo cual seria un gran reto para todos, y tampoco sabíamos muy bien como encauzarlo. De todas maneras lo que nos quedaba pendiente era esta próxima carrera en Asturias, la cual se planteaba difícil  con un opel corsa B preparado al máximo para correr contra Iván, un mx5 para Juan, un impreza wrx 2010 para Cristian y un 350z y 370z para Ana y para mi. Seria una buena prueba de cara a la final, si lográbamos llegar, pero no iba a ser nada fácil. Los días siguientes no podía coger el sueño con la facilidad de siempre, y me quedaba dando vueltas en la cama, mirando al techo o como dormía Ana, pero lo de la última noche fue insomnio puro y duro.


No era capaz de dormirme de ninguna de las maneras, por lo que, con mucho cuidado, me vestí y fui al garaje a por el stratos. me acomodé en su backet poco a poco mientras me imaginaba los años de historia que habian pasado por esa matricula, TO-N5434, 7 participaciones en el mundial del 79, un abandono, un tercer puesto, dos segundos, y tres primeros, no tenia un mal palmarés, para nada. Los saqué del garaje haciendo el mínimo ruido posible y puse rumbo al tramo por el que se desarrollaba el antiguo rallysprint Arce-Camargo, que estaba a escasos 15 minutos. Al llegar el coche ya había calentado y pude disfrutar como un crió de sus cualidades. Ligero como una pluma, con 220cv justo detrás de mi asiento, para apenas 900kg de peso, ágil como un kart y violento como una pelea de bar en las antiguas pelis del oeste, me hizo sentir nuevas emociones y experiencias, gracias a su nerviosa trasera y su gran equilibrio, literalmente volabas a ras de suelo, sentado a escasos 20 cm de éste, aquél coche estaba hecho para correr, no había dudas. Después de divertirme un poco y liberar presiones, disfruté de la noche, de la música, (sonaba odd look de kavinsky) y de como mi habitáculo se iluminaba brevemente por las farolas situadas a los lados de la carretera. Cuando volví a casa se acabaron mis problemas, dormí del tirón y volví a recuperar mi ritmo, desde luego conducir era un remedio que solo unos pocos sabíamos aprovechar, los locos del asfalto nos llamaban. Locos puede, pero no dependíamos de que un equipo, una droga, o un boleto de lotería nos trajera la felicidad, sino que con nuestros coches, modestos o verdaderas maquinas, sabíamos divertirnos, sabíamos escapar de la realidad, sabíamos emocionarnos, pero sobre todo, sabíamos ser felices.